El actual gobierno recibió miles de obras terminas cuya cubicación final no fueron pagadas dejándole ese muerto a las nuevas autoridades.
Tambien recibió otras tantas que estaban paralizadas desde hace años y prácticamente semidestruidas. Algunas venían de los años 1997 aunque mayormente entre 2008 y 2020.
¿Cuál es el problema con esas deudas? que muy pocas cumplen los requisitos de ley para sean saldadas. Y en el caso de las obras iniciadas, pero no terminadas, las situaciones aún más graves porque algunas son difíciles de encontrar.
Desaparecieron por arte de magia.
Muchas de las obras terminadas sobrepasaron el presupuesto original por más del 25% sin las justificaciones correspondientes, otras no registraron sus contratos en contraloría y no faltan las que ni tienen un contrato firmado.
Igual sucedió con cientos de suplidores de bienes y servicios que se quedaron colgando con grandes deudas no pagada por el gobierno. Pero resulta que, al evaluar esas compras, muchas no tienen factura original, ni registros de contribuyentes.
Estas deudas se encuentran en los archivos del MOPC, OISOE, INVI, INAPA, INDRHI y ONSA, MAG, y otras muchas instituciones. En el caso de OISOE y el INVI ambas fueron integradas al nuevo Ministerio de la Vivienda (MIVED), que heredo sus deudas.
Un caso patético es el de los hospitales y las escuelas que quedaron inconclusas en el 2020. Un desastre para escribir una novela de ficción.
Pero considerando la urgencia de terminar esos hospitales a raíz del COVID y la falta de aulas escolares, el presidente envió un proyecto de Ley al congreso que fue aprobado para que se revisaran y se renegociaran dichos contratos y así poder terminar las obras.
Era imposible resolver ese problema de otra manera cuando se trataba de obras con inversiones que superaban los RD30 mil millones. Solo en la Ciudad Sanitaria se habían invertido RD14 mil millones y aún faltaba dinero.
Otra gran irresponsabilidad de las pasadas autoridades fue iniciar obras y pagar las primeras cubicaciones de donde salían los pagos por sobornos. Después dejaban colgados a los contratistas y las obras quedaban inconclusas.
La auditoria de la Cámara de Cuenta detecto cientos de irregularidades en las compras de equipo para los hospitales donde se gastaron más de 25 mil millones, parte de la cual se dejó como deuda pendiente.
Nunca en la historia, ni cuando Trujillo, se produjo una vagabundería de tal magnitud en materia de compras y contrataciones pública violando todos los procedimientos y leyes que regulan esta materia.
Hay excepciones, por supuesto, pero en un 80% de los casos hubo malversación de fondos en todo lo que compraba o invertía el gobernó en los últimos 16 años.
Gracias a Dios todo eso ha cambiado.
Hoy, si usted es contratista o le vende bienes y servicios al gobierno, siga las reglas y no caiga en ganchos ni se aproveche de alguna debilidad administrativa porque los sobornos son cosa del pasado. Y cuídese de ofrecerlo para no caer preso con el funcionario que lo recibe porque todo se descubrirá tarde o temprano ya que ahora el mismo gobierno se hace auditorias y se publican.
Es un cambio de paradigma trascendental, donde prevalece una total transparencia por lo que nadie quedara endeudado en este gobierno ni pasara las de Villa Diego para cobrar hasta el último centavo de su contrato, cualquier que sea su naturaleza.
EL PROBLEMA SIGUE SIENDO EL TIEMPO Y EL INTENSO TRABAJO QUE REALIZAN VARIAS INSTITUCIONES PARA REVISAR ESOS CASOS DE VIEJAS DEUDAS PENDIENTES Y OBRAS PARALIZADAS Y VER, HASTA DONDE SEA POSIBLE, CUALES PUEDES SER PAGADAS O REINICIADAS SIN QUE NADIE VIOLE LA LEY.