Suplir productos y servicios al Estado es una de las metas de muchas micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), las cuales ven en el Gobierno un aliado estratégico para hacer crecer su negocio y poder impactar positivamente en el desarrollo económico de sí mismas, sus colaboradores y la comunidad.
En República Dominicana, las mipymes representan el 98% del tejido empresarial. Según los datos generales del Sistema Nacional de Compras y Contrataciones Públicas, en el país se han registrado 77,500 empresas como proveedoras del Estado, a las cuales se les han adjudicado 44,937 contratos, en conjunto, representan un total de RD$227,916,481,943.
Sin embargo, el proceso de adjudicación de estos contratos puede ser “complejo” para algunas empresas por la cantidad de requisitos que deben cumplir. Con el objetivo de democratizar y facilitar las compras especialmente a las mipymes, Glass, una startup de Silicon Valley liderada por Paola Santana, ha creado Glass Commerce, una plataforma de comercio electrónico que permite transacciones compatibles entre compradores gubernamentales y proveedores verificados, incluidas pequeñas empresas, sin licitaciones ni trámites burocráticos.Directorio de suplidores.

La empresa, que tiene siete años en el mercado, cuenta con un catálogo de clientes de más de 121 entidades en Estados Unidos y América Latina, incluyendo la Administración de Servicios Generales (GSA) del gobierno federal estadounidense; la Ciudad de Santa Mónica en California, el Gobierno de Puerto Rico, Universidad Estatal de Iowa, entre otros. De acuerdo con la empresa, a través de Glass Commerce se han transaccionado más de US$6.5 millones.
“La visión de Glass es acelerar la transformación económica de los pioneros originales (Estado)”, explica Santana, al destacar que “el punto de los gobiernos es servir a la gente que les paga dinero para que les sirvan con el mayor nivel de calidad”.
Con esta visión, como empresa se apoyan en la tecnología para desarrollar sistemas que ayuden a los gobiernos a resolver problemas. “Nosotros queremos acelerar esa transformación económica para que tengan más recursos, para que hagan más cosas”.
G-Commerce
De acuerdo con Santana, un G-Commerce es una plataforma para compras gubernamentales enfocada en la tecnología de e-commerce. Es decir, una especie de Amazon, pero donde están solo proveedoras del Estado distribuidas según su tipo de productos y servicios.
Aquí se combina la velocidad y facilidad de un e-commerce tradicional con el compliance y el nivel de rigurosidad del gobierno. “No es muy sencillo ni muy difícil”, afirmó, al puntualizar que el “gobierno no debería comprar lo más barato ni tampoco lo más caro, sino tomar decisiones balanceadas para beneficiar a la población”.
Los usuarios de G-Commerce pueden buscar productos en tiempo real, comparar ofertas, recibir cotizaciones de forma estructurada y ejecutar compras con trazabilidad completa. Todos los pasos del proceso, desde la solicitud hasta la entrega, quedan registrados con fecha, hora, usuario y justificación. Para las instituciones, la plataforma ofrece estadísticas en tiempo real que permiten medir el gasto por categoría, cumplimiento de políticas públicas (por ejemplo, compras a Mipymes Mujer o productos sostenibles), proveedores frecuentes y flujos de aprobación.
En el primer trimestre del 2025, según datos de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP), se han procesado 4,084 compras menores y 9,096 compras por debajo del umbral. Una de las bondades de este tipo de plataformas es que permite a los compradores ver el catálogo de productos que tienen las empresas dentro de esa categoría.
“Desde que el usuario busca un producto, ya está viendo todas las opciones posibles. Cuando toma una decisión, está claro quién la aprobó, por qué y cuándo. Y después, toda esa data se guarda para auditar, analizar y mejorar”, explicó Gerardo Mateo, director de Operaciones de GLASS.
La empresa no solo digitaliza la demanda del gobierno, sino que también trabaja directamente con los suplidores. A estos les ofrece la posibilidad de crear su propia tienda en línea gubernamental, subir sus productos, fijar precios, integrarse por API o simplemente empezar desde cero con una interfaz sencilla y accesible.
El gobierno es uno de los mayores compradores. Sin embargo, muchos suplidores no tienen el conocimiento ni las posibilidades para participar en las licitaciones. Para contrarrestarlo, a través del G-Commerce pueden crear su tienda. “Mientras más empresas participan, más competencia hay. Y mientras más competencia, más transparencia y mejores precios”, señala Mateo.
Uno de los puntos fuertes de G-Commerce es su capacidad de adaptarse a cualquier tipo de institución. Glass parte de una infraestructura robusta y comprobada, y la personaliza rápidamente según las necesidades del cliente. Eso incluye permisos diferenciados por departamento, flujos de aprobación complejos, presupuestos segmentados, páginas de aterrizaje con colores y logos institucionales, y políticas específicas para cada entidad.
