El Gobierno de Turquía acordó subir el salario mínimo para 2026 un 27 %, hasta 28.075 liras mensuales (unos 555 €), mientras la inflación interanual se sitúa en 31 %.
Turquía eleva salario mínimo 27 % para 2026 a 28.075 liras (555 €), por debajo de la inflación del 31 %.
Estambul.– El Gobierno de Turquía acordó este martes con la patronal de empresarios subir el salario mínimo para 2026 en un 27 %, o sea, menos que la inflación actual, hasta 28.075 liras mensuales (unos 555 euros).
«En una situación en la que queremos reducir la inflación por debajo del 20 %, felicito a trabajadores y empleadores por la subida del salario mínimo mensual neto hasta las 28.075 liras, una subida del 27 %», escribió el vicepresidente turco, Cevdet Yilmaz, en la red social X.
¿Cuál es el impacto de la subida del salario mínimo en Turquía?
Durante el año 2025, el salario mínimo estaba fijado en 22.104 liras, equivalente a uno 604 euros en el momento de adoptarse en diciembre de 2024, pero debido a la pérdida de valor de la lira frente al euro y dólares, se situará ahora unos 50 euros por debajo de ese nivel.
En diciembre, la inflación interanual se situó en el 31 %, según los datos oficiales, si bien algunos organismos independientes aseguran que la cifra real es bastante mayor.
Los sindicatos habían exigido subidas más fuertes, de al menos un 60 %, para equilibrar la pérdida de poder adquisitivo del salario y, al considerar que sus posiciones no se tomaban en cuenta, habían renunciado a participar en las últimas reuniones con la patronal y el Gobierno.
El jefe de la oposición, el socialdemócrata Özgür Özel, recordó hoy que el gasto mínimo en comida para una familia de cuatro personas se sitúa en unas 30.000 liras (600 euros) al mes, mientras que el umbral de pobreza se calcula en unos ingresos mensuales de alrededor de 90.000 liras (1.800 euros).
- Cerca de la mitad de los empleados de Turquía cobran el salario mínimo o un poco más, por lo que una subida más pronunciada encarecería la producción, traduciéndose en precios más altos para los bienes producidos e impulsando nuevamente la inflación.
Salario mínimo y poder adquisitivo
Expertos económicos advierten que, aunque la subida del 27 % al salario mínimo ayuda a mitigar parcialmente la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, sigue estando por debajo de la inflación real, lo que significa que muchos empleados continuarán enfrentando dificultades para cubrir gastos básicos como alimentos, transporte y vivienda.
Asimismo, analistas señalan que el aumento moderado busca equilibrar las presiones sobre los costos de producción y evitar un efecto dominó en los precios de bienes y servicios. No obstante, la medida ha generado críticas entre sindicatos y sectores de la población que consideran insuficiente la mejora salarial frente al elevado costo de vida.
