Brasil redujo en 0.19 puntos su déficit fiscal en febrero frente a enero, hasta el 7.91% del producto interno bruto (PIB), aunque registró un aumento de medio punto en su deuda pública, que alcanzó el 76.2% del PIB, informó este martes el Banco Central.

La mayor economía de América Latina sigue en la senda de reducción de su déficit fiscal, que encadena ya tres caídas consecutivas desde el pasado mes de noviembre, cuando llegó al 9.51% del PIB.

En los últimos doce meses concluidos en febrero, el desajuste en las cuentas públicas brasileñas ascendió a US$160,000 millones, equivalente al 7.91% del PIB.

Solo en febrero, el resultado nominal del sector público, que incluye el pago de los intereses de la deuda, presentó un déficit de US$16,500 millones.

Este resultado contrasta con el superávit del primer mes de 2025, que fue de US$10,845 millones al cambio de hoy.

Sin embargo, en la comparación con febrero de 2024, el déficit fiscal nominal se redujo un 14.6%.

El resultado fiscal primario, usado como referencia en el país y que no incluye el pago de los intereses de la deuda, registró en febrero un déficit de US$3,230 millones, un 61% menos que en el mismo mes de 2024.

El Gobierno central gastó más de lo que ingresó, mientras que las administraciones regionales y las empresas públicas presentaron superávits de US$1,570 millones y US$51 millones, respectivamente.

Por otro lado, la deuda pública bruta aumentó 0,5 puntos entre enero y febrero, hasta ubicarse en el 76.2% del PIB, lo que en números absolutos equivale a US$1.5 billones al cambio de hoy.

Ese aumento obedeció a un incremento del efecto de los intereses nominales, a una mayor emisión neta de deuda y a la variación negativa del PIB nominal.

La economía brasileña se expandió un 3.4% en 2024, impulsada por la industria y el sector servicios, aunque para este año, el mercado financiero y el Gobierno proyectan un frenazo y calculan que el país crecerá en torno a un 2%.

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