Charles Mariotti, secretario del PLD, definió al gobierno y a su partido el PRM una fábrica de pobres.

Aunque esa información contradice todas las estadísticas sobre el empleo y la pobreza que registra Republica Dominicana, no deja de ser necesario darle una respuesta y no es personal.

Si su declaración tuviera alguna certeza, es mejor tener una fábrica de pobres que una fábrica de corruptos. La pobreza siempre tiene solución, aunque hay pobres en todas partes del mundo y siempre existirán.

Unos porque no tienen oportunidad de empleo y otros porque prefieren seguir pobre en vez de trabajar.

Pero la corrupción es la peor lacra de una sociedad y la que en verdad contribuye a fabricar pobres. Existe una extensa literatura de expertos en la materia que han demostrado como la corrupción ha contribuido con una parte importante de la pobreza existente en la mayoría de los países del tercer mundo.

La corrupción es un veneno que contamina y daña todos los órganos del quehacer institucional y se extiende también al ámbito privado. Es el dinero que se roban los funcionarios y vinculados que se extrae de los impuestos que pagan los ciudadanos.

Es un crimen imperdonable y que raya en la obscenidad.
Llegamos a ocupar en los gobiernos del PLD los lugares más altos en el índice de corrupción, así como en la falta de confianza de los inversionistas, en la ausencia de transparencias, en la inseguridad Jurídica, en las violaciones a las leyes de contratación de obras, bienes y servicios y en la debilidad de los controles de administrativos y financieros.

Todo estaba manga por hombro.
Eso llevò al país a convertirse en líder de lo más negativo y pernicioso, al punto que organismos internacionales y multilaterales estimaban que la corrupción representaba entre 1% y 1.5% del PIB y nosotros estábamos en ese rango.

Fortunas de miles de millones nacieron de esa corrupción y que lamentablemente nunca se recuperaran o quizás se logre recuperar, al menos, una parte de ese dinero con los embargos de cuentas y activos de los que están hoy sometidos a la justicia, si estos resultan culpables.

Muchos ya han negociado su descargo de los expedientes acusatorios, entregando dinero y activos fijos y sirviendo como testigos.

Pero la lista es muy larga y se necesitarían 500 fiscales mas para procesar todos los casos de corrupción que fueron detectados a lo largo de los pasados Y 16 años.

¿Cuántos pobres dominicanos dejarían de serlo si ese dinero se hubiera usado en mejorar hospitales, distribuir medicamentos, crear empleos, aumentar los salarios, construir y mejorar la infraestructura del país o en programas de ayuda social directa?

Hoy el gobierno está logrando grandes ahorros en sus balances fiscales sin necesidad de realizar una reforma fiscal. ¿Porque ahora el dinero rinde más?

Dos razones:
a) Una notable mejoría en la calidad del gasto, eliminando los dispendios y el derroche de las pasadas autoridades y
b) Por la reducción drástica de los niveles de corrupción.

Eso lo reconoce la mayoría del pueblo dominicano y por ellos jamás cometería el error de retroceder a esos oscuros años del pasado.

Finalmente, hubo muchos funcionarios honestos en los gobiernos del PLD, pero no fueron pocos lo que hicieron añicos todo lo que tocaban, llegando a las puertas mas selectas del Palacio Nacional.

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