El petróleo de nuevo escala precios sobre 80 dólares el barril y con posibilidades de más recortes en el suministro por parte de la OPEP, lo que podría disparar los precios sobre los 90 dólares el barril.
Mantener los precios congelados implicará más gastos en subsidio del gobierno cuando hay una situación calamitosa en el sur del pais por la explosión en San Cristóbal y el paso de la tormenta Franklin.
Todo ello implicará asignar recursos especiales para amortiguar el golpe sufrido por miles de familias afectadas, que han perdido sus casas, negocios y cosechas.
A ello se suma el esfuerzo del gobierno para dinamizar el gasto de capital (inversión), a fin de reactivar la economía, cuyo crecimiento se encuentra en 1.4% entre enero-julio y 2.9% interanual.
Alcanzar el 4% de crecimiento en el 2023 significará un gran esfuerzo, donde el BCRD abre una alfombra de facilidades crediticias bajando la Tasa de Política Monetaria a 7.50% y dotando de recursos a los bancos a tasas atractivas (3%).
Algunos bienes alimenticios han comenzado nuevamente a dar la vuelta hacia arriba y eso complica a los países importadores como el nuestro. El índice de precios de los alimentos de la FAO registró en julio de 2023 un promedio de 123,9 puntos, esto es, 1,5 puntos (un 1,3 %) más que en junio, pero se mantuvo 16,6 puntos (un 11,8 %) por debajo del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
Muchos países de Suramérica, Centroamérica, El Caribe y Norteamérica pasan por crisis políticas internas con amenazas de golpe de estado, asesinatos de candidatos, desconocimiento de la voluntad popular en las urnas, acusaciones penales contra potenciales candidatos presidenciales y represiones y persecuciones en varios regímenes dictatoriales.
Todo un drama que está repercutiendo en la economía de la región. República Dominicana, aun con su fuerte estabilidad política y económica tiene su piedra en el zapato. Una piedra molesta y explosiva.
Nos referimos al tema haitiano.
No hay plena seguridad de que existe un control efectivo en la frontera para evitar mas entradas de ilegales al país. Se filtran a diario porque es imposible proteger unos 400 kilómetros de frontera.
Además, militares y civiles negocian con los ilegales y muchos se benefician con el trafico de personas y posiblemente armas, que inflan cada día el número de inmigrantes indocumentados que llegan al país.
Ni la buena voluntad de Kenia será suficiente para frenar esa inmigración y al muro le faltan años para convertirse en realidad.
A todo esto, se suma el intento del gobierno de Haití de desviar el rio Masacre, algo intolerable y provocativo.
Finalmente, entramos en un proceso electoral con bríos, donde partidos opositores, en su desesperado intento de atraer más votantes, violan las disposiciones del Tribunal Constitucional, el Tribunal Superior Administrativo y la JCE sobre la realización de eventos masivos.
Comenzar esta campaña con esa actitud beligerante de los dos principales partidos de la oposición no ayuda en nada a que el proceso electoral se desenvuelva con normalidad.
Para garantizar la paz, la transparencia y evitar el retroceso, solo hay un camino y ya está definido, aunque violenten lo que sea.