El presidente Donald Trump dio su aprobación formal el jueves a un acuerdo para que un consorcio, compuesto principalmente por inversores estadounidenses, adquiera el control de la aplicación de vídeos cortos TikTok. Firmó una orden ejecutiva que da luz verde a la escisión y afirma que cuenta con «buenos controles» en materia de seguridad.
TikTok es propiedad de ByteDance, con sede en Pekín, pero una ley aprobada el año pasado exige que la empresa matriz desinvierta o la aplicación será prohibida en Estados Unidos por motivos de seguridad nacional.
La orden ejecutiva de Trump afirma que el acuerdo cumple con los estándares de «desinversión cualificada» exigidos por el Congreso, lo que demuestra que la aplicación ya no está controlada por un adversario extranjero.
Según el acuerdo, ByteDance poseerá menos del 20 % de la nueva entidad, y esta será dirigida por una junta directiva sujeta a normas que protegen la privacidad de los estadounidenses.
«He determinado que la desinversión propuesta permitirá que los millones de estadounidenses que disfrutan de TikTok a diario sigan usándolo, a la vez que protege la seguridad nacional», establece la orden ejecutiva.
En un evento de firma en la Casa Blanca el jueves por la tarde, Trump afirmó que probablemente habría cuatro o cinco inversores en la nueva entidad. Mencionó a Larry Ellison, fundador de Oracle; a Rupert Murdoch, conocido por News Corp; y a Michael Dell, fundador de Dell Technologies. Un alto funcionario de la Casa Blanca afirmó a principios de esta semana que la firma de inversión Silver Lake también participaría.
El vicepresidente J.D. Vance, quien ha liderado la administración en los esfuerzos para alcanzar un acuerdo, declaró a la prensa que la compañía estará valorada en unos 14.000 millones de dólares, lo que, según él, representa un buen acuerdo para los inversores.
Al preguntársele cómo se protegería la privacidad de los datos de los usuarios estadounidenses con el nuevo acuerdo, Vance ofreció pocos detalles, pero afirmó: «Este acuerdo garantiza que la entidad estadounidense y los inversores estadounidenses controlarán el algoritmo. No queremos que ningún gobierno extranjero lo utilice como herramienta de propaganda».