AT&T anunció la venta de 70% de DirecTV a la firma de capital privado TPG, en un acuerdo valorado en $7,600 millones de dólares. Este movimiento es parte de una estrategia para concentrarse en su negocio principal de telecomunicaciones y deshacerse de activos no esenciales. A su vez, este acuerdo tiene implicaciones de gran calado dentro del sector de la televisión por suscripción en Estados Unidos.
Una alianza estratégica con TPG
La operación financiera con TPG representa un hito importante para AT&T, que desde hace años buscaba desprenderse de DirecTV, un servicio de televisión satelital que había experimentado una disminución en su número de suscriptores debido a la creciente competencia de los servicios de streaming. DirecTV, fue adquirida por AT&T en 2015 por $48,500 millones de dólares, y se había convertido en una carga para la compañía en medio de la transformación del mercado de medios y telecomunicaciones.
La venta a TPG permitirá a AT&T liberar recursos y enfocarse en sus áreas de mayor crecimiento, como su red 5G y la expansión de su banda ancha de fibra óptica. Sin embargo, AT&T no se desvinculará por completo de DirecTV, ya que mantendrá una participación del 30% en la nueva entidad, que operará de manera independiente.
Un mercado de televisión por suscripción en evolución
El sector de la televisión por suscripción en Estados Unidos ha estado bajo una presión creciente por parte de los servicios de streaming como Netflix, Disney+ y Amazon Prime Video, que ofrecen contenidos a través de Internet a una fracción del costo de la televisión tradicional. En este contexto, tanto DirecTV como Dish Network, su competidor directo, han perdido millones de suscriptores en los últimos años.
Una de las facetas más interesantes de este acuerdo es la integración de Dish en el plan estratégico de DirecTV. Según fuentes cercanas a la transacción, DirecTV está en proceso de adquirir Dish, lo que supondría una consolidación sin precedentes en el mercado. Esta unión de fuerzas permitirá a las dos compañías sumar más de 20 millones de suscriptores en todo Estados Unidos, mejorando su capacidad para competir con los gigantes del streaming.
¿Qué significa esta venta para los consumidores?
El impacto para los consumidores aún está por verse, pero lo que parece claro es que el mercado de la televisión por suscripción está en un momento de cambio radical. Las sinergias entre DirecTV y Dish podrían ofrecer a los consumidores una gama más amplia de opciones de entretenimiento, incluyendo paquetes de televisión más competitivos y una mayor integración con servicios de streaming.
No obstante, también existe la preocupación de que la consolidación del mercado podría limitar la competencia, lo que podría resultar en precios más altos para los suscriptores. El acuerdo aún está pendiente de la aprobación de los reguladores, quienes revisarán cuidadosamente los posibles efectos sobre la competencia en el sector.
¿Qué sigue para AT&T?
Para AT&T, este acuerdo representa una oportunidad para reducir su carga de deuda, que sigue siendo una de las más grandes del sector. Desde que adquirió Time Warner (ahora WarnerMedia) en 2018 por $85,400 millones de dólares, AT&T ha estado bajo presión para encontrar nuevas formas de monetizar sus activos y mejorar su balance financiero.
Con la venta de DirecTV y la asociación con TPG, AT&T se aleja del modelo de “convergencia de medios” que una vez intentó construir, donde la propiedad de contenidos y la infraestructura de distribución se veían como elementos complementarios. Ahora, AT&T parece estar centrando su futuro en su negocio principal de telecomunicaciones, con el despliegue de la tecnología 5G como su principal prioridad.
Por todos estos motivos la venta de DirecTV es un movimiento estratégico tanto para AT&T como para el mercado de televisión por suscripción en Estados Unidos. Mientras que AT&T busca enfocar sus esfuerzos en su negocio principal, DirecTV y Dish, bajo una nueva dirección, tendrán la oportunidad de redefinir su papel en un mercado en rápida transformación, donde la competencia con los gigantes del streaming no deja de crecer. Los próximos meses serán críticos para observar cómo estas movidas empresariales impactan en los consumidores y en el panorama general de los medios en el país.