Por: José Lois Malkun

El crecimiento del crédito al sector privado en el 2024 muestra una caída de un 6% respecto al 2023 (18% y 13.1% interanual respectivamente cortado a noviembre), lo que se explica, en gran parte, por las altas tasas de interés que prevalecen en el mercado financiero.

Existe un desfase, a veces largo, entre el momento en que el BCRD reduce su Tasa de Política Monetaria y el momento en que los bancos hacen lo mismo. También depende de la liquidez de la banca.

Y es normal, porque muchos depositantes aprovechan tasas pasivas altas para colocar dinero a plazo fijo. Y eso compromete la cartera de la banca cuya liquidez está restringida precisamente por la misma política monetaria.

O sea, el proceso de aterrizaje de la tasa de interés bancaria es lento, por definición.
Por esa razón, el BCRD autorizó la pasada semana la liberación de RD$35,000 millones del encaje legal, a tasas de 3%, para prestarle al público y empresas al 10% a 7 años plazo.

Es una cantidad moderada, pero se suma a la redención a su vencimiento, de letras y notas del Banco Central que ascenderán a RD$140 mil millones durante el último trimestre de 2024.

Otra medida aprobada fue la extensión, por un año, de la fecha de término de unos RD$68 mil millones de las facilidades de liquidez rápida (FLR), con el fin de neutralizar el efecto contractivo que causaría su retorno al Banco Central.

Por su parte, la inversión pública sigue su tendencia decreciente como porcentaje del gasto total. Y este último, aumenta en funciona de los ingresos generados por el crecimiento natural de la economía.

Es lógico que esto suceda tras fracaso en aprobar una reforma fiscal y por la cada vez más restrictiva capacidad del gobierno para aumentar sus ingresos fiscales, tratando a su vez de mantener en alrededor de 3% del PIB el déficit fiscal del gobierno central y en alrededor de 60% del PIB el déficit consolidado.

Como el presupuesto del 2025 no contempla los ingresos que suponía recibir por la natimuerta reforma fiscal, solo si la inversión privada aumenta lo suficiente en el 2025,

respondiendo a menores tasas de interés, es posible que logremos un crecimiento económico entre 4.5% y 5%.

De lo contrario, crecer sobre un 4% sería un milagro. Caemos siempre en los mismo. La única forma de que la inversión pública contribuya a impulsar el crecimiento y reducir la pobreza es aumentando los ingresos del gobierno mediante una reforma fiscal.

Recordemos que la inversión pública, como lo hace la inversión privada y extranjera, generan empleos y tienen un efecto multiplicador en la economía, pero focalizada a mejorar el bienestar público sin buscar ganancias o dividendos.

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