Por: Jose Lois Malun
Damos por sentado que el país continuará fortaleciendo la democracia y la transparencia, mantendrá su buen desempeño económico y fortalecerá la estabilidad social y política con la participación activa de la sociedad civil.
Los retos que describiremos tienen un solo objetivo: MEJORAR LOS INGRESOS Y EL EMPLEO Y REDUCIR LA POBREZA.
- Energía: Hay problemas en el suministro de energía. Muchos apagones no programados que causan malestar y afectan los negocios. En el 2025 hay que continuar expandiendo el parque de generación para satisfacer la demanda creciente de energía y eliminar los apagones aun con algunas plantas fuera de servicios por mantenimiento.
- Subsidios y tarifas: Después del retiro del proyecto de reforma fiscal el gobierno debe reducir algunos subsidios generalizados que puedan reorientarse hacia la inversión pública (vivienda, asfaltado de calles, luz eléctrica, caminos vecinales, saneamiento, agua potable etc.). El primero, es el desmonte gradual del subsidio a los combustibles (RD$14 mil millones anualmente) que ya no se justifica.
El segundo, el subsidio eléctrico que alcanza la impresionante suma de RD90 mil millones y que se pude reducir y desmontar gradualmente privatizando la distribución de electricidad. Tercero, hay vías de aumentar los ingresos aplicando una tarifa de 120 pesos a los peajes para el mantenimiento de las carreteras (absurdo pagar 60 pesos para recorrer 200 kilómetros), subir las multas de tránsito y aplicarles a las placas de los vehiculas la escala de precio aprobada en la reforma del 2013, que se dejó sin efecto inexplicablemente.
- Reforma fiscal: El presidente Abinader debería repensar la decisión de retirar la reforma fiscal definitivamente y reintroducirla en enero del 2025, aunque con algunas modificaciones y un cierto consenso.
- Reformas Institucionales: El Código Penal, la Seguridad Social, el Código Laboral, La Ley de Agua, y otras reformas en carpeta deben ser aprobadas el próximo año ya que muchas duermen el sueño eterno en el congreso y otras siguen en discusión sin alcanzar un consenso, como el caso de la cesantía. En cuanto a la Reforma de la administración pública, el presidente ha dado pasos importantes en esta materia, pero aun falta mucho por hacer para sanear una estructura administrativa demasiado costosa, dispersa e ineficiente.
- Tránsito . No es un problema de que hay muchos vehículos ni de que faltan más trenes, teleféricos y elevados. El problema está en el abuso de los conductores que no respetan las señales de tránsito, obstruyen las calles parqueándose en ambos lados, cruzan los semáforos en rojo, doblan en U donde está prohibido, doblan a la izquierda donde hay señales que lo prohíben, cuando cambia la luz de los semáforos no tienen la delicadeza de dejarle espacio a los vehículos que circulan en otra vía formando tapones inmensos y para colmo tenemos los autobuses, conchos y motoristas que manejan como salvajes. Solución: Cambio de vías, mano dura y fuertes multas.
- Señalización. Aunque usted haya vivido toda la vida en este país meterse en zonas diferentes a las acostumbradas es perderse en el vacío. A veces ni el GPS lo salva. Somos unos de los países con menos señalización en el mundo. La señalización es símbolo de desarrollo y organización y más para un país que recibe 11 millones de turistas anualmente.
- Agua potable, alcantarillado y basura. La cobertura no es el problema sino el desperdicio del agua porque no tiene un precio justo. Es un bien prácticamente libre en República Dominicana y eso ya debe terminar. Por su parte el alcantarillado sanitario es un desastre y el manejo de aguas negras requiere miles de millones de pesos para resolverlo. Este problema está ligado al de la basura en las calles que obstruye los drenajes y crean un ambiente toxico.
- Mejorar la salud y la educación. La pobreza no se supera con ayudas sociales. Alivia, pero no resuelve. Solo con una mayor y mejor educación y buenos servicios de salud gratuito a los sectores vulnerables, es posible salir de la pobreza para siempre. Eso requiere transformaciones institucionales, despolitización sindical, eficiencia en los servicios médicos, calidad profesoral y más escuelas y hospitales bien equipados. Es el dinero mejor gastado de los impuestos que pagan los contribuyentes.
- Seguridad ciudadana y condiciones carcelarias: El avance en la reforma policial es notorio y la reducción de los homicidios también. Pero hay que reforzar la seguridad para reducir los asaltos y robos, especialmente por la gran cantidad de ciudadanos haitianos que han entrado al país sin posibilidades de encontrar empleo. Igualmente, terminar la cárcel de la Parras y acondicionar otras en muy mal estado.
- Estabilidad Macroeconómica: Independientemente de las limitaciones presupuestarias que se presentan para el próximo año, el gobierno debe mantener los indicadores previstos en el Marco Macroeconómico que sustenta el presupuesto del 2025. O sea, un déficit fiscal en alrededor del 3% del PIB, la deuda consolidada en 60% del PIB, la inflación dentro del rango meta 1% y 4% y el crecimiento entre 4.5% y 5%.