Por José Alfredo Guerrero
En Defendiendo a los Indefendibles, un maravilloso libro de Walter Block, no podía faltar este personaje en el Bonche Bus que organiza ese economista libertario junto al especulador, el importador, el casero del Caliche, el revendedor de taquillas de los conciertos o juegos populares, el intermediario y otros “villanos” a quienes culpamos de cualquier bien o servicio no se consiga abundante, bueno y barato.
En el caso de los prestamistas los lamentos vienen por las altas tasas de intereses cargan a personas que acuden a ellos como último recurso para conseguir fondos que, se da como un hecho, son para cubrir necesidades básicas del diario vivir.
En la misma congoja se encuentra la defensa. Los prestamistas son un participante más en esa actividad tan concurrida de conectar a personas con posiciones diferentes de liquidez en un momento del tiempo en plazos, tasas y otros términos pactados de mutuo consentimiento.
Si sus fondos son la diferencia entre dormir con hambre o dolor de cabeza más que críticas merecen aplausos por ser la vía se encontró cena y medicina.
Lo más correcto, en realidad, es preguntar a los demás con liquidez en exceso las razones por no prestar al necesitado o asistirlo sin esperar retribución por intereses, como enseña el Antiguo Testamento.
De igual manera cuando es a ellos que se recurre para jugar ruleta en un casino, impresionar con un disfraz en el próximo carnaval o aprovechar que a Colombia se va ahora sin visa y ya está bueno de que le cuenten, no se les puede culpar si a fin de mes dejan de cuadrar las cuentas.
Situaciones de morosidad o insolvencia se dan, en realidad, frente a cualquier proveedor de fondos, sin importar el nivel de tasas, cuando se tienen proyecciones demasiado optimistas de los ingresos futuros para pagar las cuotas de capital e interés.
Cuando en la antigüedad la ley de usura era contra cualquier pago de interés, solo se tenía que devolver lo recibido, ahí están textos bíblicos mostrando la frecuencia de los incumplimientos.
En tiempos modernos ahí están los ejemplos de entidades bancarias prestando a tasas subsidiadas a actividades productivas donde la moda es un alto porcentaje de cartera castigada.
La información para comparar las tasas de los prestamistas está disponible diariamente para tres de las entidades formales más importantes. El Banco Central presenta la de los bancos múltiples, asociaciones de ahorros y préstamos y bancos de ahorro y crédito con información diaria. Este año las tasas semanales de los préstamos de consumo para las dos primeras entidades han estado en un rango entre 11% y 16%; para los bancos de ahorro y crédito entre 30% y 32%
En esas entidades si tiene buena experiencia como deudor puede acomodar sus necesidades temporales. Estas también ofrecen tarjetas de crédito donde las tasas pueden llegar hasta el 70% anual.
Si no es el caso, obviamente, irá buscando intermediarios donde las tasas serán mayores para reflejar su perfil de riesgo como las corporaciones y cooperativas de ahorro y crédito o financieras que prestan recursos propios.
Uno de los problemas cuando esa es la opción es querer demandar el mismo monto que aspiraba a recibir a tasas menores en vez de hacer un ajuste que mantenga la proyección inicial de compromisos futuros en el rango previsto.
Cuando esas puertas no se abren, afortunadamente, ahí están las de personas que prestan liquidez que han ahorrado en la modalidad y términos que se sienten cómodos.
Algunos solicitan poder notarial u otro tipo de garantía, dependiendo del monto, y la tasa la presentan al deudor, generalmente, en términos mensuales.
Como las tasas de las entidades formales deben publicarse con referencia anual hay que convertir la del prestamista para poder comparar.
Un préstamo informal al 6% es una tasa anual de 72%, cercana a la del crédito revolvente de una tarjeta de crédito, y las cuotas acordadas generalmente es para pago de intereses.
El capital se espera resolver en un desembolso o en dos o tres hasta saldar.
Las tasas del 10% o el famoso “préstamo al 20%” anualizadas se ven enormes y por eso la negociación va “te presto diez mil y me pagas dos mil de interés a fin de mes más el capital. Nada de “mi tasa es el 240% anual” que espantaría los clientes.
Lo mismo ocurre con las entidades que cobran sumas diarias de interés, que en los EUA se conocen como Pay-Day-Loan.
En el curso de educación financiera del Global Financial Literacy Excellence Center (GFLEC) se explica que un préstamo común de estas entidades es con personas que llegan un lunes a solicitar 100 dólares para pagar $1.50 diario de interés con la finalidad de saldarlo por $107.50 cuando el viernes reciba su pago semanal.
Esto es equivalente a una tasa de interés de 547.5% que, por supuesto, colocada en letras grandes y colores llamativos como anuncio en la puerta sería lo mismo que colgar una señal NO ENTRE. En cambio a pocos espantaría uno con el 1.5% diario o $1.5 por cada día adeudas cien dólares.
El deudor siempre debe anualizar cualquier tasa por período diferente a un año para lograr comparar con las publicadas por entidades formales.
Esto se logra multiplicando el interés por período por las veces que se puede repetir ese plazo en un año.
¿Un 15% quincenal qué tasa anual representa? La respuesta es 360%, hay 24 quincenas en un año. ¿Y cuál sería la anualizada en este ejemplo de Breaking Bad?
Walter White, acompañado de Jesse Pickman, se armó de valor para pedir a Tuco Salamanca un préstamo de 52,500 dólares para su laboratorio de sustancia prohibida.
Este explota en insultos agresivos pero acepta diciendo “25 puntos vig” dejando a Walter confundido con la jerga.
Jesse que la domina explica que la tasa es 25 puntos porcentuales y vig significa que la frecuencia de pago es semanal.
Walter hace los cálculos en su mente, canta el valor del capital más intereses en una semana, el plazo que requiere para cocinar, y acepta. ¿Cuál es la tasa de interés anualizada?
Ese ejercicio lo usé para cerrar la explicación de anualizar las tasas a estudiantes de economía e indicar que ese astronómico porcentaje es una muestra de una preferencia extrema por recibir dinero en el presente, no hay paciencia en esas actividades criminales porque se vive el día a día.
Con eso y el contexto para valorar con más justicia la función económica de los prestamistas se aprovechó bien una tarde de este tercer verano del año.
Para consultas dinámicas tasas de interés en Power BI visite www.joseaguerrerob.com