El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, instó este jueves a los ministros de agricultura de los países del G20 a impulsar una transformación global de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Durante la reunión, celebrada en Ciudad del Cabo, bajo el lema “Enfoques basados en datos para abordar la seguridad alimentaria y promover la inversión agrícola inclusiva y el acceso a los mercados”, Qu destacó que las mayores economías del mundo, como principales productores y consumidores, tienen la responsabilidad de liderar este proceso.
El director general de la FAO identificó cuatro áreas clave para el liderazgo del G20: la ampliación de la innovación y la digitalización; el aumento de las inversiones sostenibles y resilientes; la mejora de la transparencia de los datos y el funcionamiento de los mercados; y la promoción de enfoques de políticas integradas.
“FAO sigue siendo un socio firme y continuará apoyando a los países, como lo hacemos a través de nuestra Iniciativa Mano de la Mano, que conecta a los países más pobres con oportunidades de inversión”, añadió Qu.
El responsable de la FAO subrayó que la transformación requiere inversiones estimadas en US$1.1 billones anuales hasta 2030 para mitigar el impacto de la crisis climática y fortalecer la resiliencia.
El director general presentó además el informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2025 (SOFI 2025), elaborado junto con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El documento señaló que en 2024 unos 673 millones de personas sufrieron subalimentación crónica, casi una de cada doce en el planeta y si bien el hambre descendió levemente, del 8.7% en 2022 al 8.2% en 2024, sigue en aumento en África.
De mantenerse las tendencias actuales, para 2030 más de 512 millones de personas continuarán padeciendo hambre, de las que casi el 60 % estarán en África, advirtió la FAO.
“El mensaje del SOFI 2025 es claro: el hambre disminuye demasiado despacio, la inflación de los precios de los alimentos erosiona las dietas y las desigualdades se amplían. Pero con acciones coordinadas y basadas en evidencias, el G20 puede cambiar la trayectoria”, concluyó Qu.
Se espera que durante la reunión se adopte una declaración ministerial sobre seguridad alimentaria mundial, después del encuentro del G20 centrado en este tema que acogió El Cairo a principios de mes.
Sudáfrica asumió la presidencia rotatoria del G20 el 1 de diciembre de 2024 y la mantendrá hasta el 30 de noviembre de este año, cuando cederá el testigo a Estados Unidos.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ya señaló el pasado año que la seguridad alimentaria sería una de las “prioridades de alto nivel” durante su mandato al frente del grupo, siguiendo el enfoque marcado por el país antecesor en la presidencia del G20, Brasil, para acabar con el hambre y la pobreza.