La economía dominicana crecerá poco en 2025, según estimaciones del economista y exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Ariel Jiménez, quien proyectó que el crecimiento será de aproximadamente un 3%, en línea con el 2.2% registrado en 2023.

Durante su participación en el foro Perspectivas Económicas 2025: Puntadas a tiempo… evitan remiendos, organizado por Ecoanalítica, Jiménez explicó que este bajo desempeño económico responde a un ciclo derivado de decisiones de política monetaria y fiscal.

En 2023, el Banco Central aumentó las tasas de interés para controlar la inflación, mientras que en 2025 se han elevado para estabilizar el tipo de cambio. Asimismo, el gasto de capital del Gobierno ha sido reducido, limitando su impacto en el crecimiento, dijo el también dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Sostuvo que el modelo económico dominicano muestra señales de agotamiento y que, sin grandes reformas, el país no podrá mantener un crecimiento dinámico. Argumentó que en los últimos 20 años el desarrollo ha estado impulsado por la expansión del mercado laboral y la inversión en infraestructura, pero estos factores están perdiendo fuerza.

“La productividad del país está estancada”, advirtió el economista. Explicó que la construcción y el comercio han sido sectores clave del crecimiento reciente, pero esto se debió a tasas de interés internacionales favorables y a una mayor participación femenina en el mercado laboral. Sin embargo, el futuro requiere mejoras en productividad para sostener el crecimiento.

Uno de los desafíos principales es el sistema educativo. Jiménez enfatizó que los avances tecnológicos están modificando el mercado laboral, privilegiando a trabajadores con mayores niveles educativos y habilidades matemáticas. “La tecnología está desplazando empleos rutinarios y manuales, lo que pone en riesgo sectores como las zonas francas e industrias con baja calificación laboral”, alertó.

Otro factor es la inversión en infraestructura pública. Según Jiménez, proyectos como el Puerto de Manzanillo y la carretera Santiago-Puerto Plata son esenciales para el desarrollo regional, pero la falta de inversión limita el potencial de crecimiento. “Es difícil mantener un alto dinamismo económico si la inversión pública sigue siendo tan baja”, afirmó.

En cuanto a la competitividad, el economista cuestionó la viabilidad del actual esquema fiscal, de seguridad social y laboral para atraer nuevas inversiones. Argumentó que las reformas de los años 90 impulsaron el crecimiento, pero ahora es necesario actualizar el modelo para adaptarse a un entorno global cambiante.

El sistema financiero también requiere ajustes. Jiménez criticó que la banca dominicana esté enfocada en labores de tesorería en lugar de financiar actividades productivas. Destacó que el crédito en el país es bajo en comparación con otras economías de ingreso medio, lo que limita el desarrollo de nuevas empresas.

A pesar de estos retos, el exministro insistió en que el estancamiento actual no debe interpretarse como una tendencia irreversible. “No estamos perdiendo capacidad de crecimiento, pero necesitamos políticas que fomenten la productividad y la inversión en sectores estratégicos”, dijo.

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