Por: Jose Lois Malkun
Colonizar Marte parece imposible, pero en unos 50 años será posible.
También será posible algo que ahora es imposible, como viajar en el espacio a una velocidad cercana a la de la luz, aunque esperemos un par de siglos.
Hace 4 años y después del asalto a la sede del Congreso de Estados Unidos a raíz del resultado electoral donde Joe Biden derrotó a Donald Trump, parecía imposible que este último volviera al poder.
Pero lo logró. Superó juicios por varios delitos, sobrevivió al asalto al Congreso, promovido por sus adeptos más radicales, continúo siendo un mentiroso compulsivo, aunque convincente y usó la xenofobia y el racismo como arma para limpiar a América de un cáncer llamado ´´indocumentados´´.
Y su victoria fue contundente, con el control absoluto del senado y la cámara baja y ya tenía el de la justicia. Definitivamente este hombre nació para hacer historia, aunque está por verse cómo la historia lo juzgará.
Su campaña también descansó en su postura ante la guerra de Ucrania, que solucionaría en 24 horas (pura utopía) y en la aplicación de un 60% de arancel a las importaciones chinas, medida que probablemente pensara con mucho cuidado. Igualmente, prometió terminar el muro fronterizo con México, aunque terminarlo en 4 años será difícil.
Pero sus promesas, aunque muchas parezcan absurdas e imposibles, pueden en parte cumplirse y eso tendrá sus consecuencias.
Ahora bien, mi consejo al presidente electo Donald Trump, es que no descuide la economía, porque si hay algo cierto es que la está recibiendo en bandeja de plata.
Si fuera por la economía, los demócratas no debieron perder el poder ya que Joe Biden ha mostrado ser consistente y exitoso en su política macro llegando a niveles históricamente bajo en el desempleo y con varios ajustes salariales que compensaron la escalada de precios post pandemia. Además, le deja a Trump una inflación muy cercana al rango meta (2.4% en septiembre).
En cuanto a crecimiento, entre los países de la OCDE, también Estados Unidos ha tenido uno de los mal altos índices de recuperación económica post pandemia y este año registra un crecimiento para el tercer trimestre de 2.7% interanual, tres veces mayor al de los países de la Unión Europea.
No olvidemos que Biden llegó al gobierno en enero del 2021, cuando el virus del COVID estaba en su pleno apogeo, con una inflación que superó el 9% y el desempleo alcanzó casi un 10%.
Trump, no solo debe buscar la forma de reducir la inflación por debajo del 2% sino mantener el desempleo en los alrededores del 4% o menos. De producirse un deterioro en estas variables su mandato terminará en la ruina, aunque deporte a 10 millones de indocumentados.
Su plan de reducir impuestos a los ricos puede impulsar la inversión y el crecimiento, pero no debe olvidar que la deuda pública en Estados Unidos en relación al PIB ya está en 118.7% en el 2024 y el déficit fiscal en 7% del PIB, cifras muy altas para cometer errores.
Hay que cruzar los dedos con Trump, porque dice muchas cosas que al final no cumplirá o no podrá cumplir por los daños colaterales de sus medidas y por la fuerte oposición interna que tendrá que enfrentar.
También puede perder aliados importantes en Europa, Latinoamérica y Asia sino cuida sus palabras y actúa con mesura en sus relaciones políticas y económicas.