Por: José Lois Malkun
Siempre se dice que las excepciones confirman la regla. ¿Cuántos economista pueden decir que han hecho fortuna con la profesión?
Menos del 2% si consideramos que en el pais hay 6 mil economistas graduados aquí
y en el exterior.
Ese 2% está representado por unos 120 economista enriquecidos por la magia de sus conocimientos, habilidades, y buenos contactos con gobiernos
y grandes empresas privadas, incluyendo organismos internacionales.
Y están entre los mejores, con grado de maestría y Phd.
Del resto hay de todo. Buenos economistas como los anteriores, con post grado en excelentes universidades y años de experiencia, pero no han llegado a enriquecerse.
Esos se clasificarían de la siguiente manera:
- Un 10% que ganan buenos salarios (entre 200 mil y 300 mil
mensuales y a veces mucho más) en bancos, gobierno, como asesores independientes o jubilados después de 40 años de servicios. La mayoría tiene grado de maestría y doctorados. - Un 30% que gana entre 70 mil y 150 mil pesos mensuales y también se defienden como empleados, dando clases y asesorías si tienen niveles de post grado. Algunos tienen negocios propios o han
recibido una jubilación por enfermedad o vejez. - Y un 60% que se lo está llevando el diablo, ganan menos de 50 mil
pesos, tienen una pensión solidaria o trabajando en otra cosa.
Muchas personas no entienden bien qué hace un economista, y lo confunden con contadores. Y eso ha llevado a la quiebra a muchas empresas. El primero, ve pasivo, activos, patrimonio y beneficios antes y después de impuestos y su trabajo es vital para mostrar estados financieros con fines de distribuir beneficios o presentarlo a la renta: el segundo analiza costos reales, modela el futuro, plantea opciones financieras y usa técnicas más sofisticadas para evaluar a la empresa, mostrando que sus estados
financieros son a menudo una farsa.
A diferencia de un médico o un ingeniero que entrega resultados tangibles (curar a un paciente, construir un puente), el trabajo del economista suele
influir en decisiones o estrategias empresariales que no son inmediatamente perceptibles.
La economía trabaja con modelos probabilísticos y datos incompletos.
Cuando las predicciones fallan (por ejemplo, no anticipar una recesión), se pone en duda el valor de la profesión. La economía (especialmente la
macroeconomía) está muy expuesta a shocks internos y externos.
La economía no es una ciencia exacta, pero ha desarrollado técnicas de análisis extremadamente sofisticas y complejas donde predominan las matemáticas y las estadísticas, aunque el comportamiento humano no es
medible pero predecible. Sin embargo, domina al mundo. Toda gira alrededor de la economía. Sin crecimiento económico no hay salud,
educación, infraestructura, tecnología, bienestar, empleo, remesas, turismo, industrias, precios estables o riqueza. No hay nada de nada.
Todas las empresas, agro empresas, gobiernos y sectores importantes de
la economía deben contar con uno o varios economistas en su nómina o asesores económicos que los ayude.
Pero en el mundo subdesarrollado los
negocios son mayormente familiares y monopólicos y no aceptan a nadie extraño dentro de su ámbito de decisión. Creen que lo saben todo y solo
juegan con los precios para destruir la competencia o usan sus influencias políticas para obtener privilegios de exclusividad.
Por eso muchas empresas importantes, con manejo contables poco transparentes, que usan subterfugios para evadir impuestos y tienen doble contabilidad, no pueden cotizar en bolsa.
