El sistema financiero dominicano enfrenta un desafío constante en su lucha contra el lavado de activos. A pesar de implementar medidas rigurosas y controles estrictos, la presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), Rosanna Ruiz, subraya que la economía basada en el efectivo sigue siendo un obstáculo crítico.

“El efectivo es un caldo de cultivo que permite que sucedan cosas que, en el ámbito de la prevención, imposibilitan que podamos continuar como riesgo país”, declaró Ruiz a elDinero durante el VIII Congreso Internacional contra el Lavado de Activos, organizado por la Unidad de Análisis Financiero (UAF) en Santo Domingo.

Ruiz enfatizó que la digitalización es clave para transformar la economía del efectivo en una de trazabilidad. La dificultad para rastrear el dinero en efectivo facilita su ocultamiento en el sistema financiero legal, lo que representa un reto significativo para la prevención del lavado de activos. Además, destacó la necesidad de que los sujetos obligados de sectores no financieros, que aún carecen de una cultura de madurez en este ámbito, se alineen con los estándares requeridos.

Señaló que la alta informalidad de la economía dominicana también complica la lucha contra el blanqueo de dinero, ya que carece de transparencia fiscal. En respuesta, indicó que la ABA, en colaboración con el Gobierno dominicano y el Comité Financiero de la “Meta RD 20-36”, está implementando seis iniciativas para promover la formalización, facilitar la fiscalidad y aumentar la bancarización. “Estamos apostando a alcanzar el 100% de bancarización”, afirmó Ruiz.

Según datos de la UAF, al cierre de 2024 se registraron 5,519 sujetos obligados en el sistema de reportería, de los cuales 1,283 pertenecen al sector financiero y 4,236 al sector no financiero. En cuanto al movimiento transfronterizo de efectivo, las declaraciones de transporte por montos superiores a US$10,000 sumaron ingresos de US$400,367, €35,500 y RD$224.5 millones. A pesar de estos desafíos, Ruiz reconoce que el efectivo está perdiendo terreno frente a los pagos digitales, cada vez más preferidos por los usuarios financieros.

El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, informó a principios de este año que la preferencia por el efectivo disminuyó del 65.5% en 2019 al 55.9% en 2023.

“Entendemos que esta lucha es permanente. Generar capacidades y contar con software adecuado son factores clave”, enfatizó la presidenta ejecutiva de la ABA.

Capacitación es clave

En este contexto, anunció el lanzamiento de la Certificación Nacional en Prevención de Lavado de Activos para sujetos obligados financieros y no financieros, la cual busca establecer un estándar nacional de formación y competencia técnica en esta materia, no solo para el sector bancario, sino también para todos los sujetos obligados. “Con esto contribuimos a forjar una cultura que incorpore las herramientas necesarias para combatir este flagelo”, añadió.

De igual forma, anunció la firma de un Memorando de Entendimiento entre la ABA, la Fundación para el Estudio del Lavado de Activos y Delitos (Felade) y la Universidad para la Paz (UPAZ). Esta alianza regional tiene como objetivo fortalecer la formación avanzada en prevención del lavado de activos y delitos conexos.
“La prevención va más allá de cumplir con una norma; se basa en la capacidad técnica, la integridad y la cultura institucional de quienes formamos parte de este ecosistema”, destacó.

Ruiz enfatizó que es esencial reducir las asimetrías de conocimiento y asegurar que todos los sujetos obligados cuenten con una base común de formación para preservar la integridad del sistema financiero.

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