Las últimas estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ubican el incumplimiento tributario en América Latina en US$433,000 millones en 2023, equivalentes al 6.7% del producto interno bruto (PIB).
De acuerdo con el organismo regional, este incumplimiento se compone, en parte, de la evasión del impuesto sobre la renta corporativa y personal, que alcanzó un 4.6% del PIB. Destaca que este alto nivel de incumplimiento (evasión y elusión) no solo debilita la recaudación de este impuesto, sino también su capacidad redistributiva y su papel como estabilizador automático de la economía.
Por otra parte, señala que la inobservancia en el pago del impuesto sobre el valor agregado (IVA) alcanzó el 2.1% del PIB. “Es relevante señalar que las pérdidas recaudatorias representan un desafío significativo en términos de la capacidad de respuesta de la política fiscal ante los choques macroeconómicos y la movilización de recursos nacionales para el financiamiento del desarrollo sostenible”, considera.
Según la CEPAL, se observa una profundización de las acciones emprendidas por las administraciones tributarias y las aduanas para reducir la evasión. En materia de impuestos indirectos, destaca el avance de la facturación electrónica, que se ha implementado en todos los países de América Latina, a excepción de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Indica que también se ha fortalecido el control y la detección de anomalías a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
Detecciones
La institución describe que, a partir de la inteligencia de datos, en Colombia se identificaron 75 nuevos contribuyentes, con operaciones por alrededor de 99 billones de pesos en 2018 (cerca de US$33,360 millones). A su vez, indica, países como Chile y México han puesto en marcha acciones encaminadas a promover un mayor análisis y control de impuestos específicos y sectores relevantes de la economía. Igualmente, refiere que los países también han implementado medidas para facilitar el cumplimiento voluntario por parte de los contribuyentes.
Entre esas estrategias, destacan las declaraciones sugeridas para el impuesto sobre la renta y el IVA. Cita como ejemplo a Ecuador, que cuenta con una declaración preelaborada de renta a partir de información de terceros sobre ingresos salariales, por rendimientos de capital y por concepto de honorarios.
La CEPAL explica que también es relevante la gestión integrada de servicios, digitalización y simplificación de trámites, así como las estrategias de asistencia y colaboración. Se distingue asimismo la difusión de leyes, normativas y procedimientos en materia tributaria.
En cuanto a Guatemala, valora el plan operativo multianual de la Superintendencia de Administración Tributaria con la divulgación de regulaciones fiscales a través de diversos medios de comunicación masivos. Por último, entre las medidas especialmente utilizadas durante la pandemia de enfermedad por coronavirus (covid-19) se encuentran las facilidades de pago y condonaciones en caso de morosidad.
Avances tangibles
Para la institución regional, estas medidas se han traducido en reducciones concretas de la evasión tributaria y un mejor cumplimiento por parte de los contribuyentes.
En el Perú, haciendo referencia a informes oficiales, destacó los esfuerzos por combatir la evasión tributaria permitieron disminuir la brecha de incumplimiento en el pago del IVA, que pasó del 37.4% en 2017 al 30.3% en 2021.
A su vez, señala que la brecha de incumplimiento en el pago del impuesto a las personas jurídicas disminuyó del 51.5% al 40.5% en el mismo período.
También se observó una reducción de la tasa de morosidad, un incremento del 30% en la base de contribuyentes inscritos entre 2017 y 2022, posibilitado por las herramientas digitales, y un aumento de 25.8 puntos porcentuales en la cobertura de las ventas respaldadas por facturas electrónicas entre 2018 y 2022.
En México, según la CEPAL, las acciones de regularización por auditorías y eficiencia recaudatoria emprendidas en 2023 generaron 757,155 millones de pesos, equivalentes al 2.4% del PIB. De ese total, indica, un 33.6% se debe a las acciones de eficiencia recaudatoria, a partir de la identificación de inconsistencias en el cumplimiento de obligaciones fiscales y la cobranza activa, mientras que el 66.3% se debe a las estrategias orientadas a bajar la evasión y elusión fiscal, como el programa de fiscalización a grandes contribuyentes y las medidas de fiscalización del comercio exterior.
Además, se generaron iniciativas para mejorar la atención al contribuyente a fin de promover el cumplimiento de las obligaciones tributarias de manera voluntaria.
Para la CEPAL, América Latina y el Caribe tiene una oportunidad única para participar en la formulación de un marco internacional tributario que responde a las preocupaciones específicas de la región.
Medidas de la OCDE
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) valora que los países han progresado en la implementación de las medidas acordadas en 2015 como parte de la etapa inicial del proyecto de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Grupo de los 20 (G20) sobre la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (BEPS).
Al mismo tiempo, destaca que varios países participan en acciones multilaterales para cerrar espacios de evasión, incluso como parte del Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes sobre Intercambio Automático de Información de Cuentas Financieras (Cepal, 2020).
Otro ejemplo, de acuerdo con la institución, es un programa de operador económico autorizado, que cuenta con la participación de varios países de la región y promueve el cumplimiento de las obligaciones tributarias y aduaneras mediante la certificación de empresas con estándares que garantizan la seguridad de sus procesos y operaciones comerciales.
La institución regional resalta que estos esfuerzos internacionales se han profundizado y se destacan los acuerdos logrados en virtud del Marco Inclusivo para BEPS, liderado por la OCDE.