Los invernaderos fueron constituidos como una herramienta que “burla” el clima exterior, ya que internamente se pueden mantener ciertas condiciones que les permiten a los agricultores facilitar la producción en regiones donde las condiciones climáticas no son óptimas o el suelo no es lo suficientemente fértil.

En República Dominicana las primeras estructuras llegaron en la década de los años 80 desde Israel, pensadas en principio para la producción de flores. El especialista en ambiente controlado, Carlos Suero, señala que el primer proyecto comercial a gran escala inició en el gobierno de Hipólito Mejía, cuando se levantaron 225 invernaderos con una extensión de 4,800 metros cuadrados para producir vegetales.

El también asesor y consultor agrícola comenta que muchas empresas privadas se dedicaron a aumentar su producción al sustituir el método de campo abierto por la forma actual, ya que una característica de estas estructuras es su alta capacidad de productividad capaz de aumentar de tres a 10 veces la producción normal.

Sin embargo, había un problema, y es que las estructuras que se trajeron al país estaban diseñadas para ser utilizadas en climas fríos con ciertas estaciones bien definidas, distintas a las condiciones tropicales de la isla, lo que se traduce en menos producción. Las primeras estructuras fueron establecidas en zonas específicas, como Constanza y Jarabacoa en La Vega, y Moca, provincia Espaillat”, indica Suero.

Esto aún persiste, por lo que entiende que quizás el siguiente paso con los invernaderos sea el de considerar diseños adecuados para zonas medias y bajas con un manejo tecnificado para lograr mayor rendimiento.

Comercio exterior

Desde 2016 hasta 2023, el mercado de exportación de vegetales cultivados bajo ambiente protegido experimentó un aumento progresivo, pasando de US$34.4 millones a US$50.8 millones. El aumento absoluto en este período fue de US$16.3 millones, equivalente a un 47.4%, según datos del Ministerio de Agricultura.

En 2016 se registraron los ingresos por explotación más bajos. Para el año siguiente aumentaron un 15.6% cuando los ingresos alcanzaron US$39.8 millones. En 2019 hubo una subida en las exportaciones, con ingresos que alcanzaron US$42.8 millones. Ese aumento del 24.3% respecto al año anterior marcó una reversión de la tendencia a la baja de 2018, sugiriendo una recuperación gradual del sector.

Comparado con el año anterior, en 2020 se registraron ingresos por exportaciones de US$51.1 millones, a pesar de la volatilidad del mercado por la pandemia del covid-19 que obligó al cierre de puertos y aeropuertos. El 2021 fue el año más próspero, registrando ingresos por US$56.6 millones.

En 2022, los ingresos experimentaron una ligera disminución, situándose en US$49.8 millones. Aunque esta fue la primera disminución notable desde 2019, la cifra sigue siendo alta en comparación con años anteriores. En 2023 vio un ligero aumento, llegando a US$50.8 millones. Aunque el crecimiento fue modesto, sugiere una estabilización en el mercado después de un período de crecimiento rápido y fluctuaciones en los años anteriores.

La producción también experimentó un notable crecimiento durante el mismo período. Se duplicó al pasar de 1,373,259 quintales en 2016 a 2,546,549 quintales en 2023. Este crecimiento exponencial en la producción refleja los esfuerzos de los agricultores por satisfacer la creciente demanda tanto nacional como internacional de estos productos.

El 2021 también hubo un aumento significativo de producción del 35.4% respecto al año anterior. En 2023, la producción alcanzó su punto más alto hasta la fecha, llegando a 2,546,549 quintales.

Las estadísticas establecen que los rubros que más se destacan en la producción bajo ambiente controlado son los ajíes con sus variedades morrón, cubanela, picante o “hot pepper” y la cachucha o gustoso que se produce desde 2019. Asimismo, los tomate cherry, clúster (ensalada) y bugalú.

Área

La superficie dedicada al cultivo bajo techo o ambiente controlado (invernadero) creció un 7.9% en siete años. En términos generales, pasó de una superficie de 9,282,045 metros cuadrados en el 2016 a 10,020,802 metros cuadrados en 2020, según Agricultura.

En 2020 hubo una caída, ya que solo se sembraron 9,163,484, lo que pudo ser fruto de la pandemia del covid-19. Para 2021 (9,709,750 metros cuadrados) y 2022 (10,020,802 metros cuadrados) se registró otro aumento del 3.2%, respectivamente.

¿Sostenible o no?

Hace más de 20 años este tipo de tecnología de producción inició con la visión de producir vegetales para exportación. Sin embargo, ante la exigencia de los mercados internacionales cada vez más preocupados por el medio ambiente y la convicción de que los alimentos orgánicos pueden tener mejores características en lo que se refiere al sabor y calidad nutricional, Suero señala que en el país se están desarrollando iniciativas que tienen menor impacto en el medio ambiente.

La producción de tomate en ambiente controlado es más efectiva.

Cita que se han diseñado algunas herramientas para usar menos pesticidas para controlar las plagas e insectos, como fertilizantes a base de pescado o la utilización de controles biológicos, pero subraya que a veces no son suficientes por lo que deben volver a los químicos.

Con respecto al uso del agua, sostiene “que hay mucho que mejorar”, ya que no se está aplicando riego según el criterio técnico, sino por intuición basado en experiencia. “La cantidad de agua a aplicar debería estar en función de la etapa y exigencia del cultivo”, indica.

Además agrega que el Ministerio de Agricultura está interesado “en motivar” a que más agricultores se sumen al riego tecnificado para que no se aplique más agua de la requerida de acuerdo con el tiempo que le corresponde al cultivo.

Retos

Agricultores que se dedican a la producción bajo ambiente controlado consultados por elDinero coinciden en que en términos geográficos se deben identificar zonas potenciales donde se puedan instalar invernaderos que tengan condiciones especiales de clima.

En cuanto al diseño, adaptar la estructura a condición local de clima y con material local, para no incurrir en la importación y abaratar costos para ser más competitivos, ya que el diseño afecta del 10% a 15% el efecto de éxito.

Suero lamenta que desde hace 20 años no se han incorporado tecnologías para cambiar la temática de producción y buscar alternativas de mercado de otros cultivos que no se están produciendo, pero que sean igual tanto a nivel nacional como internacional y que no solo se limite a pimientos, ají, tomate y pimiento.

Tipos de ambiente

El invernadero se concibe para proteger al cultivo de los efectos adversos del medio y genera un microclima diferente del existente. La diferencia entre ambiente protegido y ambiente controlado radica en que el primero es una barrera física entre el cultivo y el medio ambiente. Mientras que el segundo tiene dispositivos internos que controlan la temperatura, ventilación y humedad.

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