La Confederación de la Industria Alemana (BDI) llamó este lunes a Alemania y a la Unión Europea a redefinir sus relaciones con China en el marco de una estrategia para fortalecer la soberanía y la resiliencia económica.

“En las crisis geopolíticas actuales la prevención de riesgos es el mandato actual. Algunos Estados se alejan cada vez más del orden internacional basado en reglas”, dijo el presidente de la BDI, Siegfried Russwurm, en un comunicado para presentar un documento estratégico.

“La cooperación con economías importantes como China debe redefinirse. La UE tiene que fortalecer su soberanía y su resiliencia”, agregó.

La presentación del documento llega pocos días antes de que el canciller Olaf Scholz viaje este viernes por primera vez a China desde que asumió el cargo, en una visita precedida por la polémica de inversiones previstas por Pekín en infraestructuras y empresas germanas.

La autorización de esas inversiones chinas en Alemania es vista con reticencia dentro y fuera del país, cuya dependencia energética de Rusia, forjada durante años y esencialmente en el ámbito del gas, fue puesta de relevancia con la guerra en Ucrania.

Otras organizaciones, como la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK) o la Federación de Comercio Mayorista y Exterior (BGA) también se han referido a las relaciones con China.

La DIHK ha pedido una unificación de las reglas de juego frente a trabas con las que se encuentran los empresarios alemanes en China mientras que la BGA se mostró partidaria de ampliar las relaciones comerciales con países con los que haya mejores relaciones políticas.

Según el gerente de la DIHK, Martin Wansleben, China apuesta cada vez por el proteccionismo, “pero quiere estar en todos los demás mercados, también en Alemania”, por lo que es importante que Scholz en su viaje pida cierta reciprocidad.

El documento de la BDI recuerda que Europa tiene actualmente una gran dependencia en lo relativo a fuentes de energías, metales claves y tecnologías y dice que tiene alta prioridad reducir esas dependencias para mantener la competitividad.

Uno de los puntos claves de la estrategia es la diversificación tanto de los proveedores de material primas y de fuentes de energía como de los mercados de exportación.

“La diversidad contribuye a que haya cadenas de suministro estables y ayuda a nuestras empresas en tiempos de crisis”, dijo Russwurm.

Algo indispensable, según la BDI, es el desarrollo de una infraestructura energética sostenible en Europa.

“La descarbonización, la seguridad del suministro energético y la accesibilidad financiera de la electricidad deben pensarse como un todo. La infraestructura energética del futuro tiene que coordinarse a nivel europeo para evitar crisis de suministro en algunos Estados miembros a través de la solidaridad”, dice el documento.

Además, se deben juntar fuerzas para desarrollar tecnologías y capacidades industriales claves entre las que se destaca la producción de semiconductores eléctricos, importantes para todo lo relacionado con la inteligencia artificial.

Para ello se requiere competencia tecnológica, capacidades de producción y mayores inversiones en investigación y desarrollo.

El documento advierte además del riesgo que se deriva de las normas nacionales impulsadas por el Estado chino que pueden llevar a fragmentaciones de las condiciones de acceso a los mercados.

Por eso, se recomienda que la UE acelere sus procesos de estandarización y hacerlos más pragmáticos en campos como el uso del hidrógeno verde, la inteligencia artificial y la ciberseguridad.

En las últimas décadas, China ha sido el principal mercado para la mayoría de los productos de exportación alemanes y las relaciones comerciales se han ampliado permanentemente en una estrategia a la esperanza de una apertura democrática por parte de Pekín.

Actualmente, sin embargo, hay un debate sobre un exceso de dependencia de un régimen autocrático a la luz de lo ocurrido con la dependencia energética con Rusia y los problemas con ésta en medio de la guerra de Ucrania.

El presidente de la BGA, Dirk Jadura, aseguró que, si se quiere reducir la dependencia frente a China, se necesita impulsar relaciones comerciales con otros países.

“Necesitamos acuerdos de libre comercio con países que compartan nuestros valores, con los países de Mercosur, pero también con la India y otros Estados en el este y el sur de Asia. Además, se necesitan nuevas estrategias comerciales con otros países, por ejemplo con África”, dijo. EFE

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