Me encantan los chinos, son gente tranquila, muy trabajadora y buscan siempre como autogestionarse.Son emprendedores natos y tienen iniciativa.

La comunidad china es progresista y por ello disponemos de muchos productos de origen chino que son muy demandado por los dominicanos por sus atractivos precios.

Pero sus negocios no pueden estar exentos de las obligaciones impositivas que impone la legislación dominicana.

No pueden operar al margen de la ley ni hacerles competencia desleal a los negocios que si pagan sus impuestos y cumplen las leyes laborales.

Las autoridades fiscales se descuidaron por años en haberle metido el guante a los negocios chinos que emplean personal sin pagarle prestaciones ni seguridad social, venden al contado, muchos no aceptan tarjetas de crédito, ni pagan ITBIs ni el ISR. También emplean extranjeros indocumentados.

Es tal el crecimiento de los negocios chinos que ya no se trata de pequeñas tiendas en el barrio chino o pica pollos, sino de grandes almacenes que cubren áreas del tamaño del Jumbo o de la Sirena. Se han convertido en grandes mayoristas.

Otra practica es la subvaluación de mercancías que importan de China con facturas alteradas, en lo que la Dirección de Aduanas tiene que cumplir su parte y aplicar los aranceles en base a precios de referencia de origen, a la que tienen acceso.

Pueden venir miles de chinos e instalarse en el pais, pero sin operar sus negocios como chivos sin ley.

Ya es hora de ponerle la cola al gato obligando a todos los negocios chinos a que emplean personal cumpliendo con los requisitos que exige la ley en materia de salarios y prestaciones sociales.

Igualmente, instalar impresoras fiscales para el pago del ITBIs, auditar sus operaciones anualmente y pagar anticipos al ISR.

Finalmente, no solo los negocios chinos operan en la informalidad aun sean grandes negocios. También hay cientos de miles de micro y pequeñas empresas de dominicanos que hacen lo mismo que los chinos, evadiendo el pago de impuestos y desconociendo los derechos laborales del trabajador.

Pero en su mayoría, no son importadores y eso hace una gran diferencia. Hay que ponerle fin a esa situación con medidas fiscales que motiven a los negocios informales a cambiar de estatus, no importa si tienen 5, 10 o 20 empleados.

Un de ellas es bajar el anticipo al mínimo, reducir el ISR y eliminar el pago de cesantía cuando ya existe un plan de pensiones.

La informalidad crea muchos empleos, pero su productividad es muy baja y operan al margen e la ley.

Finalmente, hay que profundizar en el estudio del mercado informal dominicano. Conocer más a fondo cómo se administran, si tienen deudas, condiciones de empleo, tipo de actividad, costos y beneficios y tipo de insumos que utilizan para su desempeño.

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