He escrito decenas de veces sobre la importancia de realizar una reforma tributaria en República Dominicana que revise toda la base impositiva cargada de decenas de impuestos, muchas veces innecesarios y negativos para la economía.

Igualmente, el terrible gasto tributario que alcanza un 4.5% del PIB o casi 250 mil millones de pesos al año, en exenciones, exoneraciones y subsidios.

Nuestra presión fiscal de 14.5% del PIB es una de las más bajas del continente, resulta insostenible y tiene que elevarse al menos a un 18% en un periodo de 4 años.

Debe ser una reforma integral que incluya gastos e ingresos y fijación de un techo a la deuda pública.

¿Dónde están los mayores problemas fiscales del país? Primero, en la evasión de los negocios formales, tanto del ITBIs como del ISR, que puede rondar entre 40% y 45%.

Segundo, en las exenciones al ITBIs que representan un 70% del gasto tributario.

Y tercero, en la informalidad, donde más del 80% de la Mypimes no pagan ni ITBIs ni ISR.

Primera pregunta ¿Porqué muchos negocios formales evaden?.
Simplemente porque si pagas todos los impuestos, incluyendo la seguridad social y la cesantía, eso representaría un 48% de las ganancias.

Pagar una pensión y una cesantía es algo que muy pocos negocios pueden aguantar si a eso le incluimos el 27% del ISR, 10% a las ganancias, más la seguridad social (pensión, seguro médico y riesgos laborales e Infotep).

Los bancos, o grandes empresas mineras, industriales y comerciales pueden pagar todos sus impuestos porque sus ganancias se lo permiten. A los demás, les resulta casi imposible.

O sea, es totalmente ilógico e improcedente pagar una doble tributación al trabajador, y eso determina que, si analizamos los estados financieros de muchos negocios formales y les incluimos el pasivo laboral por la cesantía, la mayoría estaría técnicamente en quiebra.

En cuanto al ITBIs, todos los productos deben pagarlo porque las exenciones a muchos bienes de consumo contribuyen a la evasión. Podría aplicarse un ITBIs mínimo (2% y escalonado cada año) a 6 o 7 productos de primera necesidad, pero a los demás deben incluirle el pago del ITBIs pero bajándolo al 16%.
Así ningún producto estaría exento y se reduciría la evasión.

Además, se deben establecer mecanismos y procedimientos para que todos los negocios informales paguen por lo menos el ITBIs, aunque es más difícil hacerlo con el ISR.

Los colmados venden los alimentos de primera necesidad a precios dos y hasta tres veces mayor al precio que vende el supermercado y hasta 4 veces el precio cuando se va a un mercado. Y esos colmados no pagan ni ISR, ni el ITBIs, mucho menos la seguridad social, donde no faltan los que se roban la luz. Es un verdadero abuso contra el consumidor y el estado.

Todas las Mypimes informales deben pagar el ITBIs, sea cual sea el tipo de negocio. Y hay formas de hacerlo si la DGII se lo propone.

El problema fiscal de este país es inmenso. El 70% de los ingresos recae en un pequeño número de contribuyentes por lo que aumentar los ingresos significa que la base de esos contribuyentes se expanda a todo tipo de actividad formal e informal y empresarial o personal.

Miles de profesionales independientes, que facturan 10 veces el salario mínimo de un trabajador, no pagan impuestos o lo hacen reportando ingresos muy por debajo de lo real.

En conclusión, es un complejo escenario que en su momento el gobierno tendrá que abordar para ponerle fin a tantas irregularidades e injusticias. Porque no se trata solo de una reforma fiscal sino de una reforma al Código Laboral.

Finalmente, nada empobrece tanto a las personas como un nivel de ingresos bajo y demasiado desigual, como ocurre en este país. Y eso solo se soluciona por la vía fiscal.

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