Por: José Lois Malkun

¿La inflación, el tipo de cambio, la balanza comercial, el crecimiento, la deuda, el déficit, etc. etc. etc.?

Ninguna de ellas es lo mas importante en una economía. Una palabra lo resume todo: LA INCERTIDUMBRE.

La incertidumbre es uno de los factores más influyentes, y a la vez más difíciles de medir en la economía. Su importancia radica en que afecta directamente las decisiones de consumo, inversión, producción y política económica.

En economía, la incertidumbre se refiere a la falta de información o previsibilidad sobre eventos futuros que pueden afectar los resultados económicos: precios, tasas de interés, inflación, políticas públicas, conflictos internacionales, etc.
A diferencia del riesgo, que puede calcularse estadísticamente (por ejemplo, la probabilidad de incumplimiento de un bono), la incertidumbre no puede cuantificarse con precisión.

Y eso es lo que esta viviendo el mundo actualmente. Los consumidores posponen sus decisiones de gastos o los reducen ante posibles despidos masivos, tanto en el sector público como privado; los empresarios están asustado por los aranceles y el impacto negativo en sus negocios; los banco ven que las moras se acumulan en las tarjetas de crédito y los prestamos por el aumento en el desempleo; economías, antes potentes, se estancan o crecen por debajo del 1%; y los cambios coyunturales repentinos en las políticas públicas, desorientan y crean expectativas negativas.

Las guerras y el comercio son otro factor de incertidumbre, donde las confrontaciones geopolíticas están creando un ambiente de pánico, en ocasiones, o de pérdida de confianza en otros.

¿Quién puede asegurar que no hay una crisis en cierne ante la nueva política proteccionistas de Estados Unidos o de la guerra comercial con China?

¿Quién puede asegurar que Estados Unidos no caiga en un default o impago de su deuda en un futuro cercano?

¿Seguirá Europa apagándose gradualmente y perdiendo su espacio e influencia en el mundo?

¿Que pasará con el dólar estadounidense?

El proteccionismo trae dentro sí, el cáncer de la destrucción de las economías. Es volver a un pasado que se creía superado, donde las crisis económicas eran recurrentes.

La incertidumbre es el “enemigo silencioso” del crecimiento económico, porque no destruye riqueza directamente, pero paraliza decisiones que generan producción, empleo e innovación.

Reducirla requiere instituciones sólidas, políticas previsibles y comunicación creíble que ancle las expectativas de los agentes económicos. Lamentablemente, en muchas regiones del mundo esta sucediendo todo lo contrario.

Por eso es tan importante, que el Gobierno Dominicano, el BCRD y el Ministerio de Hacienda, procuren, por todos los medios, mantener expectativas estables sobre inflación y tipo de cambio y buscar credibilidad fiscal para evitar dudas sobre la sostenibilidad de la deuda.

No hay forma de medir la incertidumbre entre los países. Pero si fuera posible, con nuestra estabilidad política, los fundamentos macroeconómicos existentes, la transparencia y ética gubernamental y un crecimiento que siempre supera las expectativas, estoy casi seguro de que estaríamos entre los países con menos incertidumbre en el mundo.

Cundo hablo o me escribo con amigos en Estados Unidos, algunos dominicanos que son ciudadanos estadounidenses o anglosajones que trabajaron en el gobierno federal, todos expresan algo parecido a esto:

NO SABEMOS A DONDE VA NUESTRO PAIS.

PERDEMOS NUESTRA HEGEMONÍA EN EL MUNDO Y SE LA ESTAMOS CEDIENDO A CHINA.

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