Entre lo dulce y salado las habichuelas forman parte de la gastronomía dominicana, ya sean condimentadas con cilantro, ajo y cebolla o con leche, azúcar y canela. Las legumbres tienen muchas ventajas para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estas son de los pocos alimentos vegetales ricos en proteínas, lo cual permite que las personas de bajos recursos que no tienen acceso al consumo de carne, lácteos o huevos, logren consumir proteínas de origen vegetal.

Entre 2013 y 2022, el área dedicada al cultivo de habichuelas en República Dominicana se redujo en –14%, al pasar de 717,862 tareas a 617,211 tareas, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, a pesar de la merma en el territorio dedicado a la producción de habichuelas, el volumen cosechado se mantuvo igual o en algunos años fue mayor.

Esto significa que se ha logrado conseguir mayor productividad en los cultivos. En 2013, se produjeron 890,384 quintales de habichuelas rojas, blancas y negras, mientras que en los nueve años siguientes 869,334 quintales, para una disminución de 21,050 quintales o -2.3%.

Al desglosarlas por tipo, en 2013 la producción de habichuelas rojas fue de 475,908 quintales en una superficie de 379,318 tareas y en 2022 473,861 quintales en 284,858 tareas. Esto significa que se produjo casi la misma cantidad, pero en menor cantidad de tierra.

Al cultivo de las negras se dedicaron 328,615 tareas en 2013 y 326,227 tareas en 2022, para una producción de 403,811 quintales y 379,115 quintales. Las blancas, de acuerdo con Agricultura, se sembraron en 9,929 tareas, mientras que, para 2022 fueron 6,136 tareas, es decir, 3,793 tareas menos.

A diferencia del arroz, pollo, huevo y plátanos, rubros más consumidos entre los dominicanos, y que satisfacen al 100% la demanda nacional, la producción de habichuelas solo cubre el 43% del consumo interno. Una parte de la cantidad que falta se importa vía los contingentes arancelarios que establece el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta).

Según el productor José Francisco Adames, el precio de la habichuela se fija dependiendo de la variedad y la producción. Explica que interviene un programa de multiplicación de semillas del Gobierno que les pone precio. “El año pasado se vendían a RD$7,000 el quintal”, indicó. Pero para este año, comenta, los productores las vendieron a RD$130 y RD$140 el kilo.

A principios de año la propagación de un insecto conocido como “tisanóptero” o “trips” mermo la producción en un 70%. Según el agricultor, algunos productores optaron por dar esa producción dañada a las vacas, mientras que otros, que tenían los recursos, produjeron otros cultivos que no son afectados por esta plaga.

Adames narra que en el pasado tenían la responsabilidad de pignorar 23,000 quintales de habichuelas, a través del comité agropecuario unitario en San Juan, pero debido a un manejo inadecuado de ese programa fracasó, ya que la mayoría de los productores quebraron por la falta de pago. “Ahora para preservar semillas de calidad lo que se está haciendo el programa de multiplicación de semillas”, aclara.

De acuerdo con Agricultura el costo de producción de la leguminosa roja en 2019 era de RD$6,178, mientras que en la blanca y la negra se destinaban RD$3,583 y RD$2,910, respectivamente. No obstante, el productor sureño señala que, por la plaga y desconocimiento, muchos agricultores aplicaron pesticidas sin control, lo que trajo como consecuencia que los costos de producción se disparen.

Financiamiento

De enero a diciembre de 2023 el Banco Agrícola (Bagrícola) desembolsó RD$109,202,858 para trabajar 11,143 tareas para la producción de habichuelas, mientras que para su comercialización se entregaron RD$58,344,000.

A tasa cero, se otorgaron 9 préstamos para el fomento de habichuelas rojas que cubre una superficie de 1,291,000 tareas, mientras que para el fomento de las negras apenas se registra un préstamo para trabajar unas 112,000 tareas.

Productores consultados se quejan de que deben acudir a préstamos informales, ya que para tener acceso a los préstamos del Bagrícola deben tener una garantía legalmente registrada.

A nivel nacional

En el año 2022 la producción de habichuelas se concentró en un 63.3% en la regional suroeste del país, especialmente la provincia San Juan, seguida en un 13.9% por la regional sur. Le siguen en orden de importancia las regiones este (11.5%), central (4.4%), norcentral (2.4%), noroeste (1.9%), norte (1.8%) y nordeste (0.4%).

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