La importancia de la inversión extranjera directa (IED) en República Dominicana no puede subestimarse, ya que desempeña un papel fundamental en la estabilidad económica del país, impactando áreas fiscales, laborales, generación de divisas y seguridad social. Al cierre de 2022, la IED alcanzó los US$4,010 millones, con la meta ambiciosa de duplicar esta cifra a US$8,300 millones para el año 2028.
Según el economista y director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, esta meta es alcanzable. A su entender, el país debe cumplir dos objetivos para lograr este aumento significativo en la IED. “La primera meta es mantener un crecimiento anual del 5% como lo ha venido haciendo, y, la segunda, es unirse al selecto grupo de países de la región que reciben IED equivalente al 5.7% del PIB (producto interno bruto), como Panamá, Costa Rica y Chile”.
Grisanti compartió un video en su cuenta de Instagram en el que afirmó que “si República Dominicana logra unirse a este grupo selecto y continúa creciendo a más del 5% interanual, podrá duplicar su IED, pasando de US$4,010 millones en 2022 a US$8,300 millones en 2028”.
Desafíos
A pesar de los desafíos que enfrenta la economía dominicana, Grisanti considera que alcanzar esta meta es posible si se establece una estrategia nacional sólida para fomentar las inversiones y reinversiones.
Entre las propuestas para lograr duplicar la IED para 2028, Grisanti destacó la necesidad de una colaboración entre el sector público y privado, así como la importancia de profundizar en un plan de desarrollo “friendshoring” con Estados Unidos y fortalecer el rol del país como hub logístico mediante inversiones en infraestructura.
Asimismo, resaltó la importancia de modernizar la legislación que rige la IED, apostar por la inversión en capital humano y capacitación, implementar un programa eficaz de burocracia cero y el apoyo a proyectos de inversión sostenible desde los aspectos ambientales hasta los institucionales.
También revisar los sectores más atractivos para presentarlos al mundo y atraer inversión, así como establecer nuevos espacios bajo el modelo de zonas francas, son elementos clave para una estrategia exitosa de inversión según Grisanti.