La actividad manufacturera de China se contrajo por tercer mes consecutivo en diciembre y se debilitó más de lo esperado, nublando las perspectivas de recuperación económica del país y planteando argumentos a favor de nuevas medidas de estímulo en el nuevo año.

En los últimos meses, el gobierno ha introducido una serie de políticas para apuntalar una débil recuperación pospandemia, que se está viendo frenada por una grave caída del sector inmobiliario, riesgos de deuda de los gobiernos locales y una débil demanda mundial. Pero la segunda economía más grande del mundo todavía está luchando por ganar terreno.

El índice oficial de gerentes de compras (PMI) cayó a 49,0 en diciembre desde 49,4 el mes anterior, mostró el domingo una encuesta oficial de fábricas, por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción y más débil que una mediana de pronóstico de 49,5 en una encuesta de Reuters.

“Debemos intensificar el apoyo político, de lo contrario continuará la tendencia de desaceleración del crecimiento”, dijo Nie Wen, economista de Hwabao Trust. Nie espera que el banco central reduzca las tasas de interés y los coeficientes de reservas obligatorias (RRR) de los bancos en las próximas semanas.

“La caída de los precios ha afectado en gran medida las ganancias de las empresas y afectado aún más el empleo y los ingresos de las personas. Es posible que veamos un círculo vicioso”, dijo.

El banco central de China dijo el jueves que intensificaría los ajustes de política para apoyar la economía y promover un repunte de los precios, en medio de señales de crecientes presiones deflacionarias.

A principios de este mes, los principales líderes chinos en una reunión clave para trazar el rumbo económico para 2024 se comprometieron a tomar más medidas para apoyar la recuperación el próximo año.

Cinco de los bancos estatales más grandes de China redujeron las tasas de interés de algunos depósitos el 22 de diciembre, la tercera ronda de recortes de este tipo este año, lo que podría ayudar al banco central a avanzar hacia una flexibilización de la política monetaria.

Los precios al consumidor de China cayeron en noviembre a su ritmo más rápido en tres años, mientras que la deflación a nivel de fábrica se profundizó, afectada por la débil demanda interna.

El subíndice de nuevos pedidos se situó en 48,7, contrayéndose por tercer mes, según la encuesta PMI publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas.

La débil demanda externa siguió siendo un importante lastre para la actividad fabril, y el índice de nuevos pedidos de exportación registró 45,8 en diciembre, contrayéndose por noveno mes consecutivo.

El subíndice de precios en fábrica se situó en 47,7, contrayéndose por tercer mes consecutivo, lo que se suma a los signos de deflación y presión sobre las ganancias empresariales.

El índice oficial de gerentes de compras (PMI) del sector no manufacturero, que incluye servicios y construcción, subió a 50,4 desde 50,2 en noviembre, respaldado por una recuperación en el vasto sector de servicios.

Se considera que el crecimiento económico de China va camino de alcanzar el objetivo oficial de alrededor del 5% este año y se espera que Beijing mantenga el objetivo el próximo año.

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