Por José Lois Malkún
Ante el anuncio de la llegada de la Misión del FMI para la evaluación de la economía dominicana dentro del Art. IV, escribí un artículo para el Listín Diario publicado el 15 de julio, titulado FMI: LA MISMA HISTORIA.
Y resulta que el informe presentado por la Misión terminó siendo exactamente lo mismo.
La economía sigue bien con perspectiva de crecer un 5.1% en el 2024.
La banca esta muy sólida y con buenos niveles de solvencia. Se cumple la meta de inflación. Crece la inversión extranjera directa, aumenta el ingreso per cápita y hay estabilidad macroeconómica en sentido general.
Todo cierto, pero de nuevo insistiendo en la necesidad de impulsar importantes reformas institucionales que se hacen cada vez más perentorias.
Al respecto citamos un párrafo de la declaración del jefe de la misión:
“La misión observa que es «imperiosa» una reforma fiscal integral, que debe ir en paralelo con una reducción de la evasión fiscal y mejora en la eficiencia en el gasto, incluidos menores subsidios al sector de la electricidad y menores transferencias no focalizadas».
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, donde las autoridades hacían caso omiso a las recomendaciones del FMI, ahora resulta que el gobierno este lanzado a cumplir con esas reformas con la que tanto ha insistido dicho organismo.
Y no por la presión del FMI, sino por cuestiones de convicción ya que el presidente Abinader presentó hace dos años en la mesa de dialogo del CND, 12 importantes reformas institucionales que no pudieron consensuarse.
Varias de ellas coinciden con las propuestas del FMI, especialmente las que tienen que ver con el tema fiscal, la reforma del estado y la del sector eléctrico.
El FMI le ofreció al gobierno dominicano toda la ayuda necesaria para que estas reformas lleguen a buen puerto, aunque sabemos que algunas serán muy difíciles de consensuar y levantaran mucho polvo, igual al del Sahara, aunque este se disipe en poco tiempo.
Temas como la reforma constitucional, la fiscal, la laboral y la de la seguridad social serán huesos duros de roer, pero nada las puede detener para no pagar un costo muy alto en el futuro si estas reformas no se concretan.
Hay tres leyes en el congreso que son parte de las reformas institucionales que deben aprobarse.
La primera, la Ley de Responsabilidad Fiscal (finalmente aprobada por el congreso), la segunda, la ley de Seguridad Social y la tercera, el Código Penal.
Esta última tiene dos décadas dando vueltas.
Se espera que en los próximos meses se introduzca las leyes de reforma del Código tributario y del Código Laboral, entre otras.
Llegan los vientos del cambio y no para destruir sino para sentar las bases de un mejor pais en el futuro, a pesar de que muchos creen que es el fin del mundo.
El apocalipsis.