El índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos, la estadística escogida por la Reserva Federal (Fed) para monitorizar la inflación, se moderó dos décimas en septiembre, al 2.1% interanual, según ha revelado este jueves la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.

La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el noveno mes de 2024 con un incremento del 2.7%, sin cambios desde julio. De su lado, el importe de los víveres creció un 1.2% y la factura energética se abarató un 8.1%.

En tasas mensuales, el índice general de inflación se anotó un avance del 0.2% y la subyacente arrojó una lectura del 0.3%. En ambos casos, se observó un repunte de una décima desde el registro precedente.

Para hacer frente al alza de precios, la Fed subió once veces consecutivas los tipos de interés a partir de marzo de 2022, aunque detuvo dicho ciclo en julio de 2023 después de llevarlos al rango objetivo de entre el 5.25% y el 5.5%.

En su última reunión del 18 de septiembre, la Fed optó por reducir la tasa de referencia en 50 puntos básicos e indicó que disponía de una “mayor confianza” en que la inflación estaba convergiendo de forma sostenida con el objetivo del 2%, así como que los riesgos para optimizar empleos y precios estaban “más o menos equilibrados”.

El instituto emisor afirmó que, en futuras citas, estaría atento a los datos entrantes, la evolución del entorno macroeconómico y el balance de riesgos.

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