Los activos de pensiones mundiales volvieron a crecer hasta un 11.2% en 2023, alcanzando los US$55.7 billones (€50.9 billones), según el último estudio global de activos del sistema de pensiones elaborado por el ‘Thinking Ahead Institute’ (TAI) de WTW.

Esta cifra contrasta con los US$50.1 billones (€45.8 billones) de finales de 2022, cuando el mismo estudio del TAI había medido la mayor caída anual desde la crisis financiera mundial, tras una década de crecimiento ininterrumpido.

España se sitúa en los US$41,000 millones (€37,473 millones) en activos de pensiones, US$7,000 millones (€6,398 millones) más que el año anterior y un 0.7% menos que una década atrás. Con respecto al peso que representa en los mercados de pensiones, el país se mantiene en el 0.1%, mismo porcentaje que el registrado en 2013.

La reactivación del crecimiento durante 2023 es, en gran parte, resultado de un rendimiento “más sólido” de los mercados a lo largo del año, tras el impacto negativo visto en los mercados financieros durante el año 2022.

El TAI estima que la rentabilidad, medida en dólares, de una cartera de referencia compuesta por un 60% de renta variable mundial y un 40% de renta fija mundial, se situó en el 16.6% en los doce meses transcurridos hasta diciembre de 2023.

Por otra parte, la asignación de activos entre los fondos de pensiones mundiales ha variado y, desde 2003, el protagonismo de la renta variable se ha reducido en nueve puntos porcentuales, pasando del 51% al 42% en 2023. Mientras tanto, la asignación a renta fija se mantiene estable en una media del 36%, la misma en 2023 que en 2003.

En comparación con lo que ocurría hace 20 años, la asignación de activos a “otras” clases de activos, desde el sector inmobiliario y las infraestructuras hasta el capital riesgo, ha aumentado “considerablemente”.

Estas “inversiones alternativas” representan ahora el 20% en las carteras de los fondos de pensiones, frente a solo el 12% en 2003. Al mismo tiempo, como reflejo de la concienciación sobre el riesgo de mercado y la incertidumbre sistémica, las asignaciones medias a instrumentos de tesorería han aumentado “ligeramente” del 1% a un 3%.

Si, además de España, consideramos cada mercado individualmente, Estados Unidos domina con un 63.9% de los activos entre los 22 mayores mercados de pensiones (P22), seguido de Japón y el Reino Unido, con un 6.1% y un 5.8%, respectivamente. Juntos, estos países representan más de tres cuartas partes de los activos de pensiones mundiales.

Un 91% de los activos del P22 se concentra en los siete mayores mercados, esto es, US$50,842 billones (€46,468 billones). Dentro de este grupo, los planes de pensiones de aportación definida representan ahora una mayoría del 58%.

Los sistemas y las estructuras de los planes de pensiones siguen evolucionando. Mientras que los planes de prestación definida siguen dominando en los Países Bajos y Japón, con el 94% y el 95% de los activos totales de pensiones, en otros países se observa un cambio constante hacia la aportación definida. Cabe señalar que el sistema de pensiones de los Países Bajos está en proceso de reforma, pasando del tradicional sistema de prestación definida al de aportación definida.

En Australia, por su parte, los activos de aportación definida representan ya el 88% del total de activos de pensiones, mientras que en Canadá, donde antes había una clara mayoría de prestación definida, la aportación definida ha aumentado hasta un considerable 44%.

En el Reino Unido, la aportación definida ya supera la cuarta parte de los activos, con lo que los de prestación definida británicos se sitúan en el 74% y disminuyen progresivamente respecto al total.

“Los activos de las pensiones vuelven a crecer, al igual que crece constantemente la importancia del propio sector de las pensiones en un mundo que se enfrenta a nuevos retos y oportunidades para afrontar el futuro con prosperidad. El crecimiento vuelve a estar a la orden del día”, ha afirmado la directora del ‘Thinking Ahead Institute’, Jessica Gao.

“Este crecimiento global aún no ha alcanzado un ritmo rápido, y los activos de las pensiones siguen estando por detrás de su posición anterior a 2022, pero es mucho mejor que lo registrado un año antes. La inflación se ha moderado y, en consecuencia, los mercados financieros se han mantenido respaldados por unos tipos de interés que también parecen haber tocado techo, al menos por ahora, en la mayoría de los países”, ha añadido.

Por su parte, para el director en inversiones de WTW España, Oriol Ramírez-Monsonis, ha destacado que “el riesgo sistémico sigue aumentando” y las expectativas de los fondos de pensiones tienen que adaptarse rápidamente a “un mundo cambiante”.

“La industria de las pensiones se enfrenta a una creciente presión por parte de los reguladores. La influencia de los gobiernos en los planes de pensiones es muy alta, ya que estos buscan nuevas formas de inversión necesarias para superar problemas sistémicos que requieren mucho capital, como la transición energética o la mitigación del cambio climático”, ha explicado.

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