La vulnerabilidad que muestra República Dominicana ante los efectos del cambio climático, por su condición de isla en el Caribe, ha llamado la atención de todos los sectores de la economía, dentro de los cuales el financiero está entre los esenciales.
Esto así, porque son precisamente las entidades financieras las que conceden los préstamos para proyectos de desarrollo que pueden tener impacto positivo o no en el medio ambiente, el cuidado de los recursos naturales y sobre el cambio climático en sentido general.
Tomando en cuenta esos factores la Junta Monetaria del Banco Central dominicano ha adoptado medidas de provisión de liquidez y reglas especiales para la calificación de créditos a deudores ubicados en zonas del país afectadas por fenómenos naturales, muchos inesperados, por los efectos del cambio climático.
Sin embargo, no existen regulaciones monetarias específicas y permanentes en lo relacionado con fortalecer la resiliencia del sector financiero ante estos efectos. El punto es que esa situación no se da solo en República Dominicana, sino, además, en otras naciones, lo que ha motivado a entidades internacionales de países desarrollados a colaborar en el diseño de esas regulaciones.
Es por ello que la Unión Europea ha movilizado su Fondo de Inversión para América Latina y el Caribe (LACIF, por sus siglas en inglés) para desarrollar un programa liderado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para apoyar a los principales bancos centrales del Caribe como el de Jamaica, el del Caribe Oriental, el de Desarrollo del Caribe y el de República Dominicana.
La intención es contribuir con su adaptación al cambio climático y en su transición hacia economías de bajas emisiones de carbono, a través de la integración de los riesgos climáticos en las actividades de regulación y supervisión de los sistemas financieros, y la financiación de inversiones públicas climáticas.
Para tales fines, se ha identificado una donación global de 5 millones 850,000 euros, de los cuales, corresponderán a República Dominicana 500,000 euros (alrededor de RD$31.7 millones a la tasa de cambio actual) que serán utilizados por el Banco Central para “la contratación de firmas consultoras especializadas en materia climática y la provisión de capacitaciones orientadas al análisis de los riesgos derivados de fenómenos extremos del clima”.
Así lo afirmó el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, durante la firma del acuerdo en el que participaron la embajadora de la Unión Europea en República Dominicana, Katja Afheldt; la directora local de la AFD, Virginie Díaz Pedregal; el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pavel Isa Contreras, y el gerente del BC, Ervin Novas Bello, entre otros funcionarios.
Detalles
Establecido por la AFD, el programa se basa en las recomendaciones de la Red para Enverdecer los Sistemas Financieros (NGFS, por sus siglas en inglés), para integrar los riesgos climáticos en los sistemas financieros, fomentar la asistencia técnica y las herramientas, el intercambio de conocimientos, e informar y sensibilizar a los actores financieros sobre el cambio climático.
Debido a su ubicación geográfica, República Dominicana es un país muy expuesto y fuertemente afectado por desastres naturales, en particular, por huracanes que se han intensificado en los últimos años que impactan la calidad de vida.
Ante ese desafío, el Gobierno dominicano viene desplegando esfuerzos conforme a los lineamientos de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) 2030 que contempla entre sus objetivos el surgimiento de una economía sostenible, inclusiva y competitiva, respetuosa con el medio ambiente y adaptada al cambio climático.