Hasta noviembre del 2023, las exportaciones totales registraban un monto de US$11,019 millones, mientras las importaciones al mismo mes registraban US27,017 millones.
Con esas cifras la balanza comercial de bienes registra un déficit de US$15,998 millones.
Comparado con el 2022, tanto las exportaciones como las importaciones han descendido.
Pero la caída de las importaciones ha sido mayor que la caída de las exportaciones.
En cuando a las exportaciones, la caída es más pronunciada en los bienes agropecuarios y en el comercio con Haití debido al cierre de la frontera. Y respecto a las importaciones, el precio del petróleo ha estado por debajo del promedio del 2022, igual que muchos bienes alimenticios que han bajado de precios.
Ajustando las cifras y proyectando hasta diciembre del 2023, la balanza comercial estaría cerrando con un déficit alrededor en unos US$17,500 mil millones, 8% por debajo del déficit del 2022, que fue de US$18,694 millones.
Eso ayudará a que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos cierre en el 2023 en alrededor del 4.5% del PIB, también por debajo del 2022, que fue de US$6,323 millones (5.6% del PIB).
Si en el 2024 los precios del petróleo se mantienen por debajo de 80 dólares el barril y las exportaciones hacia Haití se recuperan, sin daños a la agricultura, el déficit de la balanza comercial de bienes podría cerrar en alrededor del US$15 mil millones, con una importante reducción comparado al 2022 y 2023.
Igualmente, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos caería por debajo del 3% del PIB.
Sin embargo, el déficit de la balanza comercial de bienes sigue siendo muy alto y viene con esa tendencia creciente desde hace muchísimos años.
En el 2004 ese déficit fue de US$360 millones, llegando en el 2012 a US$8,600 millones (25 veces más en 8 años) y más que duplicándose en el 2022.
Y el gran problema para que nuestras exportaciones mejoren está en la productividad que, tanto en la industria como en la agricultura, continúa muy baja, salvo raras excepciones.
La otra forma de mejorar la balanza comercial de bienes es mediante la sustitución de importaciones.
Podemos producir muchos de los alimentos que importamos, desde el maíz, los aceites comestibles hasta la leche, incluyendo los semiprocesados.