El plástico, dependiendo de la mano que lo use, puede ser un aliado de la economía o un gran problema. Como recurso, ayuda a mantener ciertos alimentos conservados. Sin embargo, la inadecuada gestión de los residuos puede ser perjudicial para el medio ambiente.

Para países como República Dominicana, el denominado polímero juega un papel fundamental. A nivel nacional se contaba con 472 industrias dedicadas a la “elaboración de productos plásticos” en 2021, cuyo valor agregado total, incluyendo los efectos directos, indirectos e inducidos, representó el 1.2% del producto interno bruto (PIB).

Pero, así como impulsa la economía local, puede actuar en su detrimento. La media isla genera más de 11,000 toneladas métricas de residuos diariamente, de los cuales más de 2,000 toneladas métricas son de plástico, detalla la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Estas cifras equivalen a más de 7.2 millones botellas de plástico.

En por ello que un segundo tipo de empresas dentro del sector se vuelve fundamental: un negocio en torno a la correcta gestión de los residuos o su reciclaje. Un ejemplo sería la planta Renacer, a la cual se dio inicio recientemente.

El proyecto busca ofrecer soluciones para abordar el desafío de los residuos plásticos y la promoción de prácticas sostenibles en la región del Caribe. Se trata de una colaboración entre DIESCO, un grupo perteneciente a la industria de empaques y bebidas en el país, e INVEMA, una empresa centroamericana especializada en reciclaje.

Manuel Díez, director de la empresa local en este nuevo proyecto, declaró a elDinero que se trata de “un modelo de 360 grados de utilización de los plásticos y otros insumos para fabricar empaques”. Esta filosofía reflejaría un compromiso con la economía circular, donde los recursos se reutilizan y reciclan de manera continua, minimizando así el impacto ambiental y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.

Con una inversión privada que supera los US$50 millones y una extensión física de 14,000 metros cuadrados, la planta Renacer no solo será un motor de la sostenibilidad, también un generador de empleos, proyectando la creación de aproximadamente 500 vacantes de manera directa y más de 5,000 indirectas a lo largo de toda la cadena de valor.

En 2021, la industria de generación de plástico generó 41,485 empleos con salarios que totalizaron RD$11,124 millones, mientras las contribuciones fiscales ascendieron a RD$11,127 millones. En cuanto a las exportaciones, los productos plásticos representaron el 4.7% de las comercializaciones en el exterior de la economía dominicana durante ese año, alcanzando US$546.0 millones, mientras que las importaciones de este producto ascendieron a US$1,903 millones.

Proceso

Durante la última década, hasta el 95% de estos residuos han sido desechados en vertederos informales y abiertos que plantean graves problemas ambientales y preocupaciones sobre la salud humana. La inadecuada gestión de los plásticos es lo que deja “en rojo” los aportes del sector.

Algunos de las consecuencias son degradación ambiental debido a plásticos y otros desechos mal contenidos o los residuos plásticos que se escapan de los vertederos y han impactado la biodiversidad de la isla, amenazando la vida silvestre y hasta el sector turístico.

Ante ese panorama, Díez aprovechó para describir el proceso de reciclaje desde la llegada de las botellas a los vertederos hasta la transformación final en materia prima utilizable. Este proceso meticuloso implica la separación de materiales, el tratamiento con líquidos especiales para la desintegración y la posterior conversión en materia prima a través de la “peletización”.

“En vez de estar importando materia prima de la India, China o del Medio Oriente, o de donde estén los grandes suplidores de resinas plásticas grises, ahora tu servidor va a ser local. Eso genera una cadena de valor importantísimo porque se convierte en negocio recoger los residuos sólidos y venderlos”, explicó.

Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de la conversación fue el desafío de concientizar a los consumidores sobre la importancia de optar por productos reciclables, incluso si esto implica un costo ligeramente mayor.

“Yo creo que ese va a ser el reto más grande porque creo que muchas veces la gente habla de querer y estar dispuesto a que las cosas sean recicladas, pero cuando tienes que pagar por ellas, lamentablemente, la gente, a veces, se echa para atras y dice ‘mira quizás es demasiado caro’. Entonces, nosotros estamos haciendo una apuesta importante”, comentó

Díez reconoció que este es un obstáculo significativo, pero fundamental para lograr un cambio real hacia prácticas más sostenibles en el país. En ese sentido. además de su impacto ambiental y económico, la planta Renacer también albergará espacios dedicados a la educación y el bienestar de la comunidad.

Estas instalaciones incluirán salas de capacitación, un museo interactivo y áreas para estudiantes y visitantes, destinadas a fomentar la conciencia ambiental y promover la participación en la protección del medio ambiente.

Planta

Para Díez, esta iniciativa no solo generará un gran orgullo nacional, sino que también tendrá un impacto significativo en todos los niveles del país. Sobre la inversión, detalló que se realizará en diferentes fases, comenzando con una inicial que comenzará en verano, seguida de otras etapas a lo largo del año.

Además, Díez enfatizó que el objetivo a largo plazo es incorporar una variedad de materiales a los procesos de reciclado, comenzando con el PET y expandiéndose a otros productos como metales, papeles, cartones y vidrios.

El director de DIESCO también subrayó la importancia de adoptar una perspectiva de economía circular sostenible en la gestión de los recursos. Más que simplemente reciclar plástico, Díez enfatizó la necesidad de adoptar un enfoque holístico que busque minimizar el impacto ambiental y promover la sostenibilidad en todas las áreas de la producción y el consumo. En sus palabras, “no se trata solo de plástico, se trata de buscar una sostenibilidad y un menor impacto posible en el medio ambiente”, dijo.

Asimismo, aseguró que el proyecto es un esfuerzo colectivo que debería inspirar a otras empresas a seguir su ejemplo. “Estamos iniciando este camino, pero entendemos que esta cultura, si la aplicamos en todo el país, llevará a República Dominicana a otro nivel”, concluyó.

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