Moscú se había retirado el fin de semana, alegando que no podía garantizar la seguridad de los barcos civiles que cruzan el Mar Negro debido a un ataque con drones a su flota en esa zona.
Rusia afirmó el miércoles que renovará su participación en el acuerdo que permite a Ucrania exportar grano a través del Mar Negro, sólo cuatro días después de suspender su papel en el acuerdo.
Moscú se había retirado el fin de semana, alegando que no podía garantizar la seguridad de los barcos civiles que cruzan el Mar Negro debido a un ataque con drones a su flota en esa zona.
“La Federación Rusa considera que las garantías recibidas por el momento parecen suficientes, y reanuda la aplicación del acuerdo”, dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado.
El giro de 180 grados se produjo después de una llamada telefónica entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente turco Tayyip Erdogan el martes y de repetidas conversaciones entre sus ministros de Defensa.
Las Naciones Unidas y Turquía se implican
El ministerio dijo que, gracias a la implicación de las Naciones Unidas y Turquía, había sido posible obtener garantías por escrito de Ucrania de que no utilizaría el corredor humanitario y los puertos ucranianos para llevar a cabo operaciones militares contra Rusia.
La declaración representa un giro de Moscú, que anteriormente había dicho que sería arriesgado e inaceptable que los barcos siguieran navegando por el corredor humanitario establecido en virtud de un acuerdo negociado por Turquía y la ONU en julio.
El giro de Moscú
A pesar de la medida rusa, los barcos han seguido exportando grano ucraniano, y el lunes se movió un volumen récord.
La analista política rusa Tatiana Stanovaya dijo que el anuncio del miércoles representaba un reconocimiento por parte de Putin de que no podía bloquear los envíos.
“El propio Kremlin simplemente cayó en una trampa de la que no sabía cómo salir”, dijo.
“Hubo que retroceder y poner buena cara (no con mucho éxito) ante una mala partida. Es decir, Putin, por muy preocupado que esté por Ucrania, su misión histórica y su fe en que tiene razón, sigue siendo un político moderadamente racional que sabe retirarse si es necesario”.