En un mundo donde la medicina está en constante evolución, surge una tendencia que fusiona lo antiguo con lo moderno: el redescubrimiento de la miel como un recurso médico de vanguardia. Más allá de su uso tradicional como edulcorante natural, la miel y otros productos derivados de la colmena están emergiendo como un componente crucial en la innovación médica, transformando el enfoque hacia la salud y el bienestar.
Claudio Tirabasso, propietario de “Miel Don Chico”, inspirado por su abuelo Chico, quien experimentó con las propiedades curativas de este oro líquido, ha desarrollado una línea de productos medicinales que aprovechan los beneficios terapéuticos de la miel.
Tirabasso destaca que la miel contiene acetilcolina, una sustancia que estimula el movimiento intestinal sin causar fermentación alcohólica, lo que la convierte en un tratamiento eficaz para el estreñimiento. Además, el manejo cuidadoso de la calidad y las propiedades de la miel durante su producción es esencial para garantizar que los productos medicinales conserven todos sus beneficios terapéuticos. “Preservar la calidad depende de factores como la composición de la miel, las plantas melíferas, la época del año y el entorno de recolección”, añade Claudio.
Los productos medicinales basados en miel no solo ofrecen opciones tanto preventivas como curativas, sino que también se destacan por su seguridad y su compatibilidad con el cuerpo humano. Tirabasso señala que, a diferencia de los medicamentos convencionales, estos productos no generan metabolitos oxidativos, lo que mejora la absorción de nutrientes en el intestino sin provocar efectos secundarios adversos. Además, la miel contribuye a restablecer la microbiota intestinal y cutánea, ofreciendo un tratamiento más natural y menos invasivo para diversas afecciones.
El auge de la medicina natural responde, en parte, a la creciente demanda de tratamientos que sean tanto efectivos como seguros. Tirabasso reconoce que su mayor desafío ha sido educar y concienciar al público sobre la importancia de reducir el uso de químicos en favor de productos naturales. “Muchos consumidores todavía no conocen los beneficios de la miel más allá de su uso como edulcorante”, menciona, lo que ha llevado a un esfuerzo constante para demostrar su valor en la medicina.
Mirando hacia el futuro, Tirabasso ve un gran potencial en la intersección de la apicultura y la industria farmacéutica en República Dominicana. La integración de la medicina natural con la moderna es, en su opinión, el camino a seguir para crear un sistema de salud más integrativo.
Según el doctor Alejandro Cervantes del Centro de Medicina Integrativa Natural, la miel posee una amplia gama de propiedades terapéuticas que la han convertido en uno de los productos naturales más versátiles en el campo de la salud.
“La miel se utiliza no solo en infecciones respiratorias como expectorante, sino también como energético, laxante, antibiótico, inmunoestimulante y protector de la microbiota intestinal y cutánea. Además, favorece la cicatrización de heridas, úlceras y quemaduras”, destaca el especialista.
En cuanto a la eficacia de la miel en comparación con los tratamientos farmacológicos convencionales, señala que existen numerosos estudios que respaldan sus beneficios. “Un estudio realizado por María Elena García Chaviano y colaboradores en 2022, publicado en la Revista Médica Electrónica Cubana, reveló que la miel contiene glucoproteínas que estimulan el sistema inmunológico, así como polifenoles que le confieren propiedades antioxidantes, antibacterianas, antivirales y antiinflamatorias. Además, la miel de color oscuro es rica en minerales, lo que la hace efectiva en el tratamiento de la anemia”, explica.
La integración de la miel y otros productos naturales en la medicina moderna es vista por el galeno como un avance significativo. “La medicina integrativa, que combina la tecnología y la ciencia con los beneficios de la naturaleza, ofrece un enfoque cualitativamente superior. La miel permite tanto la prevención como la curación de diferentes procesos patológicos. Aunque no es una solución total a los problemas de salud, puede combinarse eficazmente con ciertos medicamentos y tratamientos convencionales”, comenta.
Cervantes también ha observado un aumento en la demanda de tratamientos naturales entre sus pacientes. Atribuye este cambio a la creciente evidencia científica que respalda los beneficios de productos como la miel, así como a una conciencia cada vez mayor de la población sobre la importancia de enfoques más ecológicos y naturales para el cuidado de la salud.
“A pesar de que la tecnología desplazó el uso de la miel por un tiempo, el enfoque actual ha demostrado que retomar su uso, junto con otros derivados de la colmena, potencia la mejora de la salud”, subrayó.
Otros usos
Además de la miel, otros productos derivados de la colmena también están siendo investigados por sus beneficios para la salud.
Según el portal especializado CuídatePlus, el veneno de abeja se está explorando por sus posibles propiedades anticancerígenas, aunque los resultados aún son preliminares. El polen, por su parte, ha mostrado potencial como regulador del peso, mientras que el propóleo se destaca por sus propiedades antibióticas, cicatrizantes y antivirales. La jalea real es utilizada en la fabricación de cosméticos.