A pesar de los discursos del BCE hablando de la fortaleza de los bancos de la eurozona y de su capacidad para inyectarle liquidez a todo el sistema, si fuera necesario, los comentarios de muchos economistas y expertos financieros inundan las redes hablando de crisis económica y de la posible quiebra de bancos grandes que tienen un fuerte efecto sistémico.

En adición a Credit Swiss Bank, en problemas desde hace varios meses y que es la comidilla de las redes, ahora hablan del Deutsche Bank, cuyas acciones cayeron fuerte en la bolsa el pasado viernes.

Las advertencias sobre una crisis financiera inminente crean una incertidumbre brutal entre los depositantes e inversionistas y eso deprime las acciones de muchos bancos y empresas.

Las acciones del Deutsche Bank ya se recuperaron esta semana y Credit Swiss Bank está siendo protegido por el Gobierno Suizo.

En el otro lado del Atlántico, el presidente Biden llama a la calma y garantiza que los bancos norteamericanos están en su mejor momento mientras la FED abre el grifo para inyectarle liquidez a la banca, aunque solo por precaución.

Pero el expresidente de Lehman Brothers, cuya quiebra causó la gran crisis financiera del 2008, habla de que unos 50 bancos regionales de Estados Unidos que podrían estar cerca de la bancarrota y el temible y “jablador” Ellon Musk dice que los bancos se están derritiendo.

Sin embargo, esta semana el parque accionario en Estados Unidos está en franca recuperación y el S&P 500 volvió a superar los 4000 mil puntos donde importantes bancos también fueron beneficiados con el alza.

No voy a decir que los comentarios alarmistas de muchos de esos expertos que a diario opinan sobre el tema, son para alcanzar un mayor rating en sus programas, especialmente en YouTube, porque se trata de personas que están bien informadas y financistas que poseen empresas que manejan operaciones de mercado abierto.

Pero en muchas ocasiones se han equivocado en sus predicciones y meten la pata hasta la cintura.
Veamos algunas lecciones del pasado.

Lección 1.
Por ejemplo, el 80% de esos comentaristas, que a diario apareen en las redes, grandes lideres empresariales, economistas prestigiosos de las mejores universidades y CEO de grandes bancos, presagiaban que una fuerte recesión era inevitable en el 2022. Pero no pasó así. La economía mundial, de hecho, se recuperó en el último trimestre, manteniendo el desempleo bajo y estable, aunque con alta inflación.

Lección 2.
A mediados de mayo pasado dijeron que el petróleo alcanzaría cerca de los 200 dólares el barril cuando Rusia invadió Ucrania y terminó 2022 por debajo de los 85 dólares.

Lección 3.
Las alarmas sonaron con el gas natural, que aumentó de precios 5 veces después de la guerra cuando Rusia limitó sus suministros y vaticinaron que Europa pasaría un invierno endemoniado. Pero hoy el precio del gas está por debajo del que existía antes de la guerra y Europa no sufrió escasez de gas, ni un duro invierno.

Lección 4.
El FMI cambió las predicciones de crecimiento para el 2022, 2023 y 2024, cuatro veces en los últimos 12 meses. Y si eso lo hace el organismo económico que más información tiene en el mundo, ¿a quién creerle?.

Lección 5.
Vaticinaron que el dólar se hundiría y perdería su hegemonía como medio de pago mundial. Todo lo contrario, el dólar ha mantenido su fortaleza.

En conclusión, oigan todas las opiniones, pero tómenlas con muchas reservas porque nada es lo que parece.

Y los bancos centrales, mientras menos hablen del sistema financiero es mejor, porque muchos lo toman como que algo malo esta pasando.

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