Por: José Lois Malkun
En las competencias de campo y pista las carreras con obstáculos o vallas son las más difíciles.
Fue donde Félix Sánchez obtuvo la medalla de oro en las olimpiadas de Atenas en el 2004 en los 400 metros. Y esa es la carrera donde Republica Dominicana deberá competir en el 2024 y ganar el oro.
Me refiero a que la economía se moverá a muy buena velocidad, pero deberá saltar con éxito muchos obstáculos que llamaremos “Vallas Institucionales”.
Esas vallas se resumen en las siguientes:
1.Consensuar, hasta donde sea posible, la nueva reforma tributaria que se avecina y que no será nada fácil. Pero si no lo hacemos en un año de buen desenvolvimiento económico difícilmente se haga después.
2.Aprobar la ley de seguridad social, estancada en el congreso, sin más retrasos ni discusiones estériles. Hay que reducir el costo de la SS para reducir la informalidad.
3.Resolver el problema eléctrico, eliminando gradualmente el brutal subsidio anual que ronda los US$1,400 millones. En este punto hemos recomendado varias veces que lograr esto solo es posible privatizando la distribución de energía.
4.Activar en la mesa de dialogo las reformas presentadas por el gobierno hace dos años y que siguen durmiendo el sueño eterno. Sin no hay consenso, que las envíen al congreso y se discutan en vistas públicas.
5.Abordar el tema de la recapitalización del BCRD, que también tienen años en discusión.
Me centro en estas 5 sin mencionar otras reformas tan o más importante, como el Código Penal y el problema de las tres causales del aborto.
Muchos podrán pensar ¿por qué el gobierno no elimina esas vallas u obstáculos y corre libremente los 400 metros planos?.
Simplemente, porque la economía seria la mas afectada en el futuro, la informalidad continuaría aumentando y el crecimiento del empleo formal y la reducción de la pobreza podrían quedar rezagadas.
La Republica Dominicana, cuyo rostro ha mejorado significativamente en los últimos 4 años, tiene que seguir con su estrategia de CAMBIO y eso implica abordar las reformas mencionadas y su aprobación en el menor plazo posible.
Así, el pais daría un salto cuántico hacia el desarrollo económico, con niveles de pobreza y empleo que se acerque a la de los países desarrollados.
Estados Unidos no llego a convertirse en el pais más poderoso del mundo por su crecimiento económico, ni su tamaño y recursos (Brasil, también los tiene), sino porque desde la declaración de su independencia sembró sólidas bases institucionales que lo convirtieron en un atractivo para la inversión interna y externa, una fuente de inspiración y atracción de miles de intelectuales y científicos de todo el mundo y en la confianza de un sistema democrático que garantizaba la libertad económica y política.
Lo demás, vino por osmosis.