El organismo invita a desarrollar políticas de crecimiento sostenible en el país

República Dominicana es un país prometedor. Un hecho del cual está consciente, incluso, el Banco Mundial, al menos de acuerdo con el economista de ese organismo internacional para Latinoamérica, James Sampi. “Hay que reconocer que este es un país que tiene un crecimiento sólido”, dijo.

Sin embargo, expresó que impulsar ese desarrollo no es el reto. Hacerlo más inclusivo sí. “Nosotros apuntamos a apoyar las políticas públicas para hacer el crecimiento más inclusivo y sostenible”, explicó, tras señalar que el desarrollo igualitario-a la par es la clave.

El presidente de República Dominica, Luis Abinader, está claro de ello. Durante un acto en la provincia San Juan lo dijo: “no se puede hablar de un desarrollo nacional cuando algunas demarcaciones se sumen en el deterioro”.

En ese sentido, el desafío es saber cómo elaborar políticas públicas que impulsen esas regiones más desfavorecidas.

Un informe del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) junto con el Banco Mundial (BM) y la Oficina Nacional de Estadística (ONE) arroja una mirada en torno al tema. Se titula “Aproximando el PIB a nivel regional en República Dominicana” y está disponible en su portal institucional.

Actividad económica

Con esa información, Sampi explica que uno de los pasos más importantes es mirar en donde se concentra la actividad económica en el país, además de cómo se diversifica, para pensar políticas de desarrollo.

Para conocer la producción de un país se tiene un sistema de cuentas nacionales, pero el viceministro de Análisis Económico y Social del MEPyD, Alexis Cruz, afirma que cada vez se hace más necesario conocer cuánto produce una determinada región, una provincia, e incluso, hasta un municipio. Para lograrlo, se necesitan cuentas regionales, pero “todavía son pocos los países de América Latina que han podido llegar a ese nivel”, explicó.

Si bien República Dominicana no cuenta con esas herramientas, el informe pretende lograr un acercamiento. “A través de este estudio, lo que hemos hecho es una aproximación para ver que estamos produciendo en cada región”, agregó.

La carencia de las cuentas regionales se debe a su costo. En palabras de Cruz, “lo primero es que necesitas armar toda una estructura para poder calcularlo a nivel de cada región y provincia, pero eso es costoso”.

Para tener una idea, las cuentas regionales implican contabilizar todas las micro, pequeñas y medianas empresas en cada municipio, y las cuentas nacionales las lleva el Banco Central. No obstante, Cruz afirmó que ese organismo está trabajando en desarrollarlas.

Así se lograría tener un producto interno bruto (PIB) a nivel de las regiones “y probablemente de la provincia del país” para fines de planificación.

Resultados

Algunos de los resultados obtenidos del estudio en las áreas regionales en que, para los fines, se divide el país, con la inclusión de varias provincias por zona, muestran que la región Ozama contribuye en mayor proporción al PIB nacional (1.7%), seguido por las regiones Cibao Norte y Yuma con 1.2% y 0.6%, respectivamente.

Esas tres regiones concentran alrededor del 63.1% del PIB nacional. Otros hallazgos muestran que las regiones Cibao Sur, Cibao Nordeste, Cibao Noroeste y El Valle presentan una alta dependencia de las actividades agropecuarias, lo cual incrementa su exposición frente a eventos climatológicos.

Esas tres regiones concentran alrededor del 63.1% del PIB nacional. Otros hallazgos muestran que las regiones Cibao Sur, Cibao Nordeste, Cibao Noroeste y El Valle presentan una alta dependencia de las actividades agropecuarias, lo cual incrementa su exposición frente a eventos climatológicos.

Asimismo, las regiones Ozama, Cibao Norte y Valdesia tienen una alta dependencia de las actividades derivadas del sector manufacturero, mientras que la región Yuma de las actividades de turismo, principalmente, hoteles, bares y restaurantes. El informe, en palabras de Cruz, invita a pensar en otro tipo de política, por ejemplo, para fomentar otras actividades.

“En el caso de Enriquillo, dependen de construcción, y si nosotros queremos romper ese círculo de pobreza que hay en toda esa región, pues hay que pensar en alguna política para que otros sectores también puedan dinamizar la economía y que además les sirva de contención de la migración”, dijo Cruz.

Sampi agregó que “debemos preocuparnos” en mejorar la calidad de ese crecimiento y el mercado laboral para que todos puedan tener un salario que sea mucho “más lindo” y permita resolver estas desigualdades.

“No podemos hacer que una región dependa solamente de una actividad. Debemos pensar y fomentar otro tipo de actividades que contribuyan también al desarrollo”, enfatizó el viceministro, y agregó que no todo el mundo está para trabajar en construcción. “Si no trabajan construcción ¿qué hago?”, citó.

Otra opción es fomentar la cadena de valor. “Si tú te dedicas a la manufactura y eres muy bueno, lo que yo quiero es que la ganancia que tú haces en ese sector se puede distribuir con las otras”, expreso Sampi.

Por su parte, Cruz ejemplificó: “si quieres una agricultura con mejor tecnología, más productiva y resiliente, mejores semillas y maquinarias para para sembrar, entonces estás utilizando recursos de manufactura” y como consecuencia, ese sector se va a tener que desarrollar también.

“Eso es lo que se busca, hacia donde queremos cambiar. Con este tipo de análisis queremos poder identificar cadenas de valor”, dijo. “Más que una preocupación, debemos ocuparnos”, porque el informe es como una fotografía. “Esto es lo que tenemos en República Dominicana, ahora debemos actuar al respecto”, agregó Cruz.

PIB a nivel regional en República Dominicana

El análisis de las economías regionales, en un país con la diversidad económica y cultural como República Dominicana, es fundamental para el desarrollo y la planificación de la política económica.

En este sentido, el análisis realizado entre ambos entes ofrece una visión del valor agregado de las actividades económicas dentro de cada región, reflejando las diferentes estructuras productivas presentes en éstas.

La importancia de conocer las realidades subnacionales es un insumo básico para la planificación territorial. Entre los resultados, resaltan que las aproximaciones indican un alta dependencia de la economía nacional sobre las regiones Ozama, Cibao Norte y Yuma, las cuales concentran alrededor del 63.1% del PIB nacional. Por otro lado, los datos evidencian la disparidad regional existente en la nación.

El producto interno bruto (PIB) per cápita de Yuma u Ozama es casi dos veces mayor a la estimada para la región Enriquillo. Los resultados sugieren que para el 2019, las regiones de Cibao Sur (RD$492,137) y Yuma (RD$488,249) fueron las más ricas, en términos per cápita.

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