El Brexit, cada vez más impopular entre la opinión pública británica, sigue siendo un tema explosivo en el Reino Unido, cuyo primer ministro tuvo que desmentir el lunes estar dispuesto a flexibilizar las condiciones con que el país salió de la Unión Europea.
“Permítanme ser inequívoco sobre esto. Bajo mi liderazgo, el Reino Unido no buscará ninguna relación con Europa que se base en alinearse con las leyes de la UE”, afirmó el conservador Rishi Sunak, durante la conferencia anual de la principal organización patronal del país.
El Reino Unido hizo efectiva su salida de la UE en enero de 2021, tras años de intensa batalla política para fijar la nueva relación entre ambas partes.
El domingo, el diario Sunday Times afirmó que ahora “los miembros del gobierno están planeando encaminar a Gran Bretaña hacia una relación similar con la Unión Europea a la de Suiza”, que no forma parte del bloque pero se alinea con sus reglas para facilitar el comercio regional.
La información provocó gran revuelo entre los partidarios del Brexit.
“El gobierno tiene que centrarse en lo que tiene que hacer, en lugar de intentar reabrir un debate sobre Europa que ya está decidido”, se enfureció el diputado conservador Iain Duncan Smith en el Sun.
Mientras tanto, entre la opinión pública cada vez son más los británicos que se arrepienten de haber abandonado la UE.
Según una encuesta publicada por YouGov la semana pasada, el apoyo al Brexit está en su nivel más bajo: un 56% de británicos que creen que fue un error.
La polémica llega en un momento de grave crisis económica y financiera en el Reino Unido.
La mayoría de economistas y empresarios consideran que el Brexit es un factor agravante en el país de la crisis provocada en toda Europa por la guerra en Ucrania y las consecuencias de la pandemia.