Por: José Lois Malkun

A raíz de la llegada al poder del presidente Donald Trump y su nueva política exterior, básicamente en el tema arancelario y migratoria y en especial por su amenaza de intervenir el Canal de Panamá, los países de Latinoamérica y el Caribe se enfrentan a un gran dilema: Aliarse a Estados Unidos o a China, que busca desesperadamente invadir la región con todo tipo de ayuda financiera y comercial.

Muchos países democráticos de región (Brasil, México, Perú, Colombia, Argentina y Chile) han recibido financiamiento del gobierno chino para construir grandes obras y tienen una estrecha relación diplomática y comercial con China.

Otros son claramente pro-chinos por su naturaleza dictatorial e izquierdista como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Republica Dominica tiene unas relaciones “cordiales con China” como dijo el presidente Abinader, aunque no hay financiamiento al gobierno procedente de China.

Lo que si hay son muchos negocios chinos en todo el pais con importantes inversiones privadas en el comercio y la industria. Sus importaciones provienen básicamente de China y venden a precios mas barato, lo que hace suponer que subvalúan sus mercancías para pagar menos arancel.

El consumidor dominicano acude en masa a los negocios chinos buscando mejores precios.

El problema es que los negocios chinos operan mayormente en el mercado informal, por debajo del radar de las autoridades fiscales y pagando bajos salarios sin beneficios sociales a sus empleados.

No hay dudas de que, a pesar de su informalidad, las actividades de los chinos en el pais mueven mucho dinero y generan muchos empleos.

Aclaro que también hay negocios chinos que se han formalizado y emiten factura fiscal y aceptan tarjetas de crédito.

Nuestro pais debe mantener unas relaciones cordiales con China y dejar que los chinos expandan sus negocios, pero imponiéndoles las mismas condiciones que tienen los negocios dominicanos que operan en la formalidad.

Lo que no es discutible es que nuestro aliado especial, y definitivamente determinante para nuestra economía, son los Estados Unidos. La mayoría de las remesas (87.8%) provienen de ese pais y dudo que desde China llegue un centavo en remesas. Y hablamos de casi 11 mil millones de dólares.

El 40% del turismo y el 30% de la inversión extranjera provienen de Estados Unidos y sin hay turistas chinos se pueden contar con los dedos de la mano. Y el 60% de nuestras exportaciones va dirigida al mercado Norteamérica.

El crecimiento económico dominicano, el empleo, las tasas de interés y el crédito privado dependen de cómo se mueve la economía de Estados Unidos. China puede crecer al 1% y no pasa nada. Si Estados Unidos crece al 1% nosotros no creceremos más del 2%.

Cada pais es libre de su inclinación hacia uno u otro bloque económico, pero Latinoamérica en general, depende en gran medida del desenvolvimiento de la economía de Estados Unidos.

Si en Cuba el comunismo desaparece y la democracia se restablece, en pocos años su ingreso per cápita seria 20 veces mayor al actual. Adiós al hambre, a la falta de energía, a la represión, al desempleo y al aislamiento. Ya lo verán tarde o temprano.

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