El sector de los hidrocarburos en República Dominicana atraviesa una coyuntura financiera crítica que amenaza la sostenibilidad de sus operaciones y su capacidad de respuesta ante las demandas del mercado.

A pesar de su importancia estratégica para el funcionamiento de la economía y la vida diaria de millones de dominicanos, este sector no ha recibido los ajustes regulatorios necesarios en años recientes, lo que ha llevado a un progresivo deterioro de sus márgenes de intermediación y a una creciente sensación de vulnerabilidad.

Desde hace más de una década, los márgenes que regulan la intermediación en la comercialización de combustibles no han sido actualizados, aun cuando el contexto económico y operacional ha cambiado radicalmente.

La inflación acumulada, el aumento en los costos logísticos, de seguridad, infraestructura y mantenimiento, así como las nuevas exigencias regulatorias, han erosionado la rentabilidad de los actores del sector. Esta desconexión entre la realidad económica y el marco normativo actual coloca a las empresas que operan en esta industria al borde de la inviabilidad financiera.

La incertidumbre también afecta la inversión, la calidad del servicio y la seguridad energética del país. La falta de revisión oportuna de los márgenes no solo impacta a los comercializadores, sino que también puede repercutir en el consumidor final, quien depende de una cadena de suministro eficiente y robusta.

En este contexto, la Sociedad de Empresas de Combustibles y Derivados (SEC) envió una comunicación al presidente Luis Abinader, en la que urge un ajuste de márgenes de comercialización.

“En conjunto con el resto de la industria, hemos sostenido conversaciones con el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), a quienes hemos expresado nuestra preocupación por el impacto de los recientes ajustes salariales nacionales. Estos incrementos han comprimido las escalas salariales internas, afectando de manera generalizada nuestras nóminas”, explica el gremio en el primer párrafo de la carta depositada en el Palacio Nacional a finales de mayo de este año.

Las empresas del sector, al mismo tiempo, valoran los esfuerzos del Presidente por salvaguardar el mercado local frente a la volatilidad internacional de los hidrocarburos, garantizando estabilidad interna y la paz social. Sin embargo, solicitan la intervención del jefe de Estado para lograr ajustes necesarios, entre otros aspectos, en la naturaleza del negocio.

Explican que es un sector regulado, por lo que el llamado a un nuevo ajuste de salario presiona la nómina de las empresas, a la vez que la clasificación de esas empresas los empuja a una escala más alta.

Mercado cambiante

A través de la carta, las empresas del sector consideran que la evolución del mercado de combustibles muestra que existe un desfase histórico en algunos rubros, lo cual se ha acentuado dado los incrementos sustanciales en costos de instalaciones y equipos necesarios para operar con seguridad para la sostenibilidad de sus operaciones.

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