El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tildado de “imprescindible” dar un mayor dinamismo a la economía de Chile para hacer frente a muchas de las presiones sociales y fiscales que atraviesa el país, entre ellas, el fortalecimiento de la inclusión y los desafíos que plantean el envejecimiento de la población y el cambio climático.

Esta es una de las principales conclusiones que han compartido los técnicos del Fondo en el Artículo IV, en el que han señalado que las necesidades económicas que tiene ahora Chile son principalmente de naturaleza estructural.

Así, entre las prioridades se incluyen impulsar el crecimiento y el empleo a mediano plazo, fortalecer los amortiguadores fiscales, del sector financiero y de las reservas internacionales, en particular en el contexto de un entorno mundial difícil, y seguir reduciendo la desigualdad.

Para el organismo, el Gobierno está realizando “importantes esfuerzos” y su estrategia de crecimiento contiene aspectos que permitirán rendir dividendos de crecimiento significativos si se implementan “con rapidez y coherencia”.

Sin embargo, el Fondo ha mencionado otras tareas pendientes como agilizar las solicitudes de permisos de inversión y las evaluaciones ambientales para facilitar la inversión haciendo que el proceso sea más rápido y predecible. “Estas medidas son de máxima prioridad, ya que afectan a todos los sectores”, recoge el Artículo IV.

Igualmente, el FMI ha abogado por facilitar la I+D, que aún es escasa en Chile, y difundir mejor los beneficios del progreso tecnológico para aumentar la productividad. En este contexto, la legislación propuesta sobre transferencia de tecnología podría estimular las actividades de investigación al aliviar las restricciones a los investigadores y permitirles crear o participar en empresas tecnológicas y reclamar los ingresos provenientes de los resultados de la investigación (por ejemplo, patentes).

Entorno Macroeconómico

Si bien el FMI ha defendido que los desequilibrios de la economía chilena se han resuelto en gran medida, ha alertado que la recuperación ha sido desigual en los distintos sectores, el mercado laboral está rezagado y las presiones inflacionarias aún no han remitido por completo.

Entre otras medidas en este ámbito, ha llamado a proceder con cautela a la hora de establecer nuevos aumentos del salario mínimo, dado el posible impacto en el empleo formal.

En este sentido, ha invitado a considerar la posibilidad de crear un mecanismo de fijación del salario mínimo que permitiría aislar las decisiones futuras del ciclo político y tener en cuenta los acontecimientos económicos.

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