China presentó un plan para “estabilizar” la inversión extranjera y atraer capital foráneo a sectores como las telecomunicaciones, la atención sanitaria y la educación.
Según el plan de Pekín, la inversión extranjera es “clave” para promover “una apertura de alto nivel al mundo exterior” y desempeña un “papel importante en el desarrollo” de “una nueva productividad de calidad”, recoge la prensa local.
China ya anunció en noviembre una nueva versión del listado de áreas en las que no permite la inversión extranjera que reducía de 31 a 29 las áreas vedadas y eliminaba todas las restricciones en el sector de la manufactura.
También prometió entonces que permitirá el establecimiento de hospitales de propiedad totalmente extranjera en ciertas ciudades y regiones del país.
Cabe destacar que, según Bloomberg, China registró el año pasado un saldo negativo de inversiones del extranjero: solo en noviembre, la inversión de cartera hacia China fue de US$188,900 millones, mientras que la salida de la nación asiática a otros países fue de US$234,600 millones, traduciéndose en el mayor déficit mensual en la serie histórica.
Este nuevo plan 2025 promete “ampliar proyectos piloto en áreas como las telecomunicaciones, la atención médica y la educación”, así como apoyar la inversión extranjera en campos de telecomunicaciones de valor agregado, biotecnología o los ya mencionados hospitales de propiedad totalmente extranjera.
Asimismo, busca “expandir” la apertura en los campos de la educación, la cultura y la industria de servicios, para así “atraer más capital extranjero para que realicen inversiones a largo plazo en empresas chinas que cotizan en bolsa”.
Con ese fin, el proyecto contempla eliminar las restricciones al uso de préstamos nacionales por parte de empresas con inversión extranjera o “atraer inversiones en áreas clave” como el de la alimentación, servicios de atención a personas mayores, cultura, turismo, deportes, atención médica, educación y finanzas.