Por José Alfredo Guerrero
Einstein llamó al interés compuesto “la fuerza más grande del universo” y, por supuesto, capaz de ser una forma alternativa al “querer pegar en la radio para tener mi primer millón” de Bacilos, pero siempre y cuando la fuerza no sea disminuida por los retiros anticipados.
Estos funcionan contra el crecimiento exponencial del balance inicial ahorrado como la kriptonita afecta a Supermán, algo que comenté sobre la campaña del Diputado 30% Retiro AFP.
En la gráfica se observa como la trayectoria del balance que se logra con interés compuesto supera la línea recta que representa no ganar intereses sobre los intereses ganados al realizar un depósito de $316,000, una sola vez al inicio del primer año, a una tasa de ocho por ciento.

Sin la capitalización de intereses el balance llega a $695,200 al sumar al monto inicial $25,280 cada año. Con la capitalización, sin embargo, se supera ligeramente el millón de dólares porque los intereses ganados en el primer año vuelven a ganar el 8% en el segundo año.
El interés total para cada año contempla el del principal, que es fijo, y el pagado por el crecimiento del valor (atribuible solo a intereses), que es la diferencia entre el monto al inicio de cada año y el depósito inicial.
Esa ganancia de interés sobre interés es el acelerador que impresionó a Einstein y permite al grupo musical llegar al millón de dólares sin pegar nada en la radio, su Plan B.
La capitalización permite agregar $307,205 para que junto al ganado sobre el principal superen un poco la cifra del millón de dólares que inspiró la canción.
Ahora bien, lograr ese objetivo a quince años requiere dejar ese dinero tranquilo porque si un capricho o emergencia requiere usar parte de los fondos de forma anticipada se pierde la fuerza.
Con retiros, kriptonita, Bacilos no llegará al millón, Superman se vendrá abajo con el vagón del teleférico quiso evitar cayera en el Ozama.
Recientemente concluyó la labor legislativa del Diputado Kriptonita que intentó motorizar la destrucción de la fuerza del interés compuesto en las cuentas de capitalización individual para el retiro.
Devolver el 30% de los fondos de la AFP a los afiliados, el efecto Botello, se visualiza en la tercera columna de la tabla adjunta a la gráfica.
En este caso la medida hubiese permitido retirar de esta cuenta, ahora mutada de Plan B de grupo musical a una de ahorro para pensión, $162,470 del valor acumulado para otros usos, aliviando así el impacto económico de la pandemia Covid 19.
Asumiendo que se podía retirar los fondos sin provocar una perdida mayor de fondos que se encuentran invertidos en valores, ahora la capitalización de intereses es sobre un valor menor y el tiempo de capitalización tan solo de ocho años.
El resultado es que no se llega al millón, no se completa la meta de ahorro y las pensiones iban a ser mucho más bajas que la proyección inicial. En la curva amarilla se nota el efecto del retiro y que el reseteo de la capitalización termina en un monto igual al que se alcanza sin capitalizar.
Mi 30% de la AFP fue un antojo del legislador, otro político más que buscó atraerse votos con una campaña populista sin pie ni cabeza y sin una consulta a los dueños de las cuentas de retiro.
Estos, todos con capacidad de ejercer el voto, no le dieron la oportunidad de repetir como legislador.
Demostraron con sus votos que están más cerca de Einstein y Bacilos que el autonombrado paladín o cruzado de los cotizantes de las AFP mentadas.