El acuerdo de Petrocaribe dominó por varios años en la categoría de Deuda Externa Oficial Bilateral de la República Dominicana.

Desde el 2007 le pasó a los Estados Unidos, noticia que recibió con beneplácito en el Palacio de Miraflores el Comandante Chávez, y su generosidad para dar créditos blandos a los países del Caribe para pagar la factura petrolera la vio en ascenso continuo hasta su muerte en el 2013.

Ese año la deuda con Petrocaribe ascendía a US$3,686 millones, superando con creces la de apenas US$170 millones de los Estados Unidos.

Al año siguiente, como se observa en la gráfica, el monto supera a los acreedores multilaterales al registrar US$4,122 millones.

Esa deuda estaba contratada a una tasa de interés promedio de 1.0% y tenía un plazo o madurez promedio de 11.7 años. Por eso se considera que es una deuda concesionaria, otorgada a países por debajo del costo promedio en que se endeudan con el sector privado en los mercados de capitales.

Esta es la característica común para los préstamos con entidades gubernamentales de países como Venezuela, Brasil, Francia, Japón y España.

En el caso de Petrocaribe el gobierno tenía contratos de deuda con Venezuela a una tasa promedio ponderada de 1% mientras reportaba una de 7.3% para sus bonos soberanos colocados en el extranjero.

¿Se dan cuenta del ahorro de intereses con que favoreció al país esa iniciativa del Comandante Chávez?.

La generosidad, sin embargo, era un exceso si se tiene en cuenta que el pueblo venezolano ya empezaba a vivir la tragedia que es típica de los gobiernos socialistas: el cáncer propio de su naturaleza que devora riquezas naturales y espanta la creación vía emprendimientos competitivos de empleos, bienes y servicios de calidad.

Por eso desde finales del 2014 ambos gobiernos decidieron iniciar negociaciones para una recompra a precios de mercado de esos pagarés de deuda.

Venezuela estaba interesada en recibir liquidez en ese momento vendiendo los pagarés de deuda que le tenía firmado el gobierno dominicano y éste se interesó en adquirirlos obteniendo liquidez con emisión de nuevos bonos soberanos.

En el 2015 la deuda con Petrocaribe, que era de US$4,122 millones termina en US$90 millones, una reducción que tal vez fue diseñada para quedar en un monto donde Venezuela siguiera superando a los Estados Unidos en la competencia entre los bilaterales y en el más allá siguiera feliz el comandante glorificado en el infame gif ¡Exprópiese!

(José Alfredo Guerrero)

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